La Unión Europea advierte a sus ciudadanos de que este verano puede batir récords de retrasos en los vuelos. La combinación de huelgas de controladores aéreos, incendios forestales y una alta demanda de trayectos puede convertirse en la tormenta perfecta que colapse las operaciones aeroportuarias. El pasado miércoles, funcionarios de la UE ya alertaron de que el sistema de control de tráfico aéreo estaba funcionando al límite debido a la escasez de personal y a que la demanda de vuelos alcanza nuevos máximos después de la pandemia de Covid-19.
“El año pasado tuvimos el peor verano de nuestra historia en cuanto a retrasos y cancelaciones; este año será muy similar”, declaró un alto funcionario europeo, con visible preocupación ante la proximidad del mes de agosto, temporada de vacaciones estivales por excelencia. Alrededor de 37.000 vuelos vuelan en Europa en los días de mayor actividad en su espacio aéreo, el límite de lo que los controladores de tráfico aéreo pueden gestionar, explicó dicho funcionario en declaraciones recogidas por Financial Times.
España, entre los países más afectados
Entre los países que la UE señala como los principales afectados por esta falta de capacidad de control del tráfico aéreo para hacer frente a la demanda de tráficos se encuentran Francia, Alemania, Grecia y España, algunos de los destinos turísticos más populares de la eurozona.
Apostolos Tzitzikostas, comisario de Transporte de la UE, aseguró que se está operando con un espacio aéreo reducido, debido a la guerra en Ucrania, que junto con la escasez de personal de control aéreo “amenaza con tensar nuestra red de aviación y frustrar a los pasajeros”. Con los aeropuertos “más concurridos que nunca”, “Europa no puede permitirse el caos en los cielos”, finalizó.