Quien dijo que no se le pueden poner puertas al campo no conocía a los vecinos del entorno de la montaña de Seceda, en las cordilleras Dolomitas, al norte de Italia. Cansados de los influencers que acuden en masa en busca a este punto a 2.500 metros de altura para hacerse la foto que ha popularizado el gigante de la tecnología Apple.
Las verdes praderas de Val Gardena y las montañas Odle fueron utilizadas para mostrar la potencia fotográfica del iPhone 15, durante la presentación mundial. Los acérrimos fans de la compañía de Cupertino no dudaron en acudir en masa al destino, que se está viendo sobrepasado con hasta más de 8.000 visitantes diarios durante algunos días de verano.
La fama sobrevenida no ha sentado bien a los lugareños que critican que los visitantes rompen la paz, pisotean prados y ensucian la montaña en busca de un selfie para presumir en redes sociales. Para intentar disuadir a los turistas, los propietarios del terreno que rodea a la montaña de Seceda han decidido instalar un torno, exigiendo el pago de cinco euros a todo aquel que quiera pasar, informa Il Corriere.
Si bien son conscientes de que se trata de una medida polémica y, probablemente, ilegal, consideran que puede instar a las autoridades locales a actuar lo antes posible para hacer frente a la avalancha de turistas no deseados.
No obstante, desde la alcaldía de Santa Cristina inciden en que existe un camino alternativo por el que no hay que pagar, que supone caminar unos 300 metros más.




