Malta ha introducido nuevas restricciones para frenar la propagación del coronavirus. Al igual que España o Italia ha decretado el cierre desde el 19 de agosto de bares, clubes nocturnos y discotecas. También ha prohibido los conocidos como party boats. Asimismo, tal y como reseña FVW, todos los eventos están limitados a un máximo de 15 personas.

Y es que si bien el país más pequeño de la Unión Europea sorteó la primera oleada del Covid-19 con bastante solvencia, está registrando un fuerte repunte de brotes desde que reabrió sus fronteras el pasado 1 de julio. De hecho, según el Centro Europeo para el Control de Enfermedades, más de 98 personas por cada 100.000 habitantes contrajeron el virus en los últimos 14 días, una cifra solo superada por Luxemburgo (99) y España (132).

Cabe destacar que Malta permite la entrada de turistas de Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Croacia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Noruega, Austria, Polonia, Suiza, Eslovaquia, España, República Checa, Hungría, Chipre, Andorra, Bélgica, Bulgaria, Gran Bretaña, Liechtenstein, Mónaco, Países Bajos, Portugal, Rumania, San Marino, Eslovenia, Vaticano, Turquía, Jordania, Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Japón, China, Tailandia, Indonesia, Marruecos, Túnez, Ruanda y Uruguay siempre que no hayan estado en otro país en los 14 días anteriores.

En el aeropuerto los pasajeros deben llevar mascarilla o viseras y, a su llegada, se les toma la temperatura. Si se superan los 37,2 grados centígrados, el viajero debe someterse a una prueba obligatoria de Covid-19, esperando a los resultados en un espacio habilitado para tal fin. Un resultado positivo implica una cuarentena de 14 días, tras los que debe someterse a un segundo test.