El ministro de Transporte e Infraestructuras de Grecia, Kostas Karamanlis, ha dimitido, asumiendo la responsabilidad política del choque frontal entre un tren comercial y uno mercancías en Tempe, en el este del país.

La colisión, en la que han muerto al menos 40 personas y 130 han resultado heridas, se produjo en torno a las 22 horas del martes. Los primeros informes apuntan a que la fatalidad se debe a un error humano, y es que el tren de pasajeros —que cubría la ruta desde Tesalónica a Atenas— circulaba en una vía que no le correspondía, informa Iefimerida.

En total, había 370 personas implicadas en el accidente, 350 viajeros y 20 empleados. “Esta es una operación de búsqueda y rescate muy difícil. No sabemos el número exacto de víctimas; sin embargo, investigaremos con absoluta seriedad y transparencia las causas del accidente”, ha declarado Karamanlis, quien rompió en llanto en su comparecencia.