Cuando la situación internacional parecía estabilizarse para Turquía después de que la Oficina Federal de Asuntos Exteriores de Alemania (Auswärtiges) ha relajado el nivel de alerta para los turistas que viajen al país otomano, un nuevo contratiempo se presenta para el gobierno de Ankara.

Según informa la CNBC, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha anunciado sanciones contra altos cargos del gobierno turco. Este movimiento ha sido visto desde el país Mediterráneo como un ataque y Recep Tayyip Erdogan ya ha anunciado que no se dejará doblegar y que responderá a esta interferencia “sin demora”.

En concreto, se han confiscado las cuentas y bienes de los ministros otomanos de Justicia, Abdulhamit Gul; e Interior, Suleyman Soylu.

La medida internacional de Estados Unidos se produce en respuesta a las comunidades evangélicas del país, que reclaman la liberación del reverendo Andrew Craig Brunson, de 50 años, detenido desde octubre de 2016 en Turquía. Este pastor evangelista fue uno de los doce ciudadanos estadounidenses encarcelados tras las detenciones masivas posteriores al intento de golpe de Estado fallido.

Por el momento, el conflicto ya ha afectado a la lira turca, que se ha devaluado, convirtiéndole en un destino mucho más económico para los turistas extranjeros, pero habrá que ver si la escalada de tensión entre ambas naciones se termina traduciendo en una nueva crisis en la llegada de turistas extranjeros.