El islamista Mustafa Ramid, ministro marroquí de Derechos Humanos, quiso matizar su declaración de la semana pasada, cuando calificó de “basura” al colectivo gay, sin saber que estaba siendo grabado, afirmando que la homosexualidad “es una asquerosidad”.

Mediante su cuenta de Facebook, Ramid se propuso acallar la polémica que suscitaron sus palabras, así que publicó un texto donde dice que cuando definió la homosexualidad como “asquerosidad”, se refería a los actos y las prácticas homosexuales, y aclaró que no hablaba necesariamente de las personas que con ella se identifican.

Usando siempre la expresión “desviación sexual”, el ministro recalca que “la homosexualidad sigue siendo un delito castigado por la ley marroquí y es, además, inaceptable en nuestra sociedad”.

El Código Penal marroquí castiga en su artículo 489 la práctica de la homosexualidad (definida como "la comisión de actos contra natura con individuos del mismo sexo") con penas de hasta tres años de cárcel.

Ramid, quien ocupara antes la cartera de Justicia, asistió recientemente en Ginebra al “examen periódico universal” sobre los derechos humanos. En el encuentro habló de algunas mejoras introducidas en Marruecos, sin tocar los temas más controvertidos como son: la prohibición de la homosexualidad, las relaciones sexuales extramaritales,  la infracción del ayuno en Ramadán o la conversión a cualquier religión distinta del islam.