Una nueva tendencia de hacer turismo ha desembarcado en Argentina. Se llama “gamping” y significa que los jardines privados son susceptibles de ser alquilados a los turistas. Se llama así por la unión de dos palabras: garden (jardín) y camping.

Esta modalidad de economía colaborativa ya se ha puesto de moda en Europa y Estados Unidos. Según publica ‘Clarín’, aunque es incipiente en Argentina, ya hay jardines particulares disponibles. La práctica se realiza a través de unas webs conocidas como los “Airbnb de los campings”.

Esas plataformas permiten a propietarios de casas publicar que su jardín está disponible para que viajeros desconocidos puedan instalarse allí, pagándoles una tarifa por noche. Estos turistas buscan un lugar para acampar más barato y tranquilo que un camping tradicional, con la ventaja añadida de interactuar con vecinos de la ciudad que visitan. En algunos lugares, la permanencia no puede superar los 28 días.

Los que alquilan jardines hacen una breve descripción del lugar, de la cercanía a los puntos de interés o, incluso, eventos que puedan realizarse en la zona. Ofrecen, por lo general, luz eléctrica, agua potable, baño y algunos pocos tienen espacio para barbacoa o cocina. Otros, ofrecen terrenos en medio de la montaña que carecen de servicios, pero garantizan una experiencia única.

En zonas como Luján (Buenos Aires), Tafí del Valle (Tucumán), San Rafael (Mendoza), Vaqueros (Salta), Carlos Paz y Villa María (Córdoba), los dueños establecen los precios libremente y piden entre 5 y 15 dólares por noche, según los servicios incluidos. Algunos ofrecen Wi-Fi y permiten instalarse con casas rodantes y mascotas.