Tras la fuerte caída que ha experimentado el turismo en Francia tras los ataques en noviembre de 2015 en París y en julio de 2016 en Niza y Saint-Etienne du Rouvray el sector, a falta de datos definitivos, parece que empieza a recuperarse con motivo de las celebraciones de Año Nuevo. Si en 2015 la tasa de ocupación cayó tras los atentados, este año en París la tasa de ocupación para las fechas está en torno al 80%. La mayoría de los turistas son europeos. Siguen siendo reticentes los japoneses, los chinos y los rusos. Aunque los de Oriente Medio y Oriente próximo parecen estar recuperándose, así como los estadounidenses. No solo en las reservas de hoteles se está experimentando una mejora. En las Galerías Lafayette Haussman, unos grandes almacenes de París, las ventas han aumentado un 10% y en el Moulin Rougem las reservas para la noche de Navidad recuperaron el nivel de 2014, año que fue muy bueno. Todo esto es un indicador que da esperanza a los profesionales de la industria del turismo del país galo. El aumento de las reservas de los vuelos a Francia vaticina que la tendencia positiva continuará más allá del uno de enero.