El impacto del huracán María en Puerto Rico en septiembre de 2017 tuvo efectos devastadores para esta isla turística cuyos hoteles están recuperándose poco a poco, aunque por el momento sólo se han recuperado 3.600 habitaciones de hotel, de un total de 15.000 que fueron devastadas por la fuerza de la naturaleza.

Para la recuperación del Estado Libre Asociado, el Congreso de Estados Unidos aprobó fondos de ayuda de miles de millones de dólares, sin embargo, ahora fuentes de la cámara estadounidense han asegurado a CNN que Donald Trump “no quiere que se envíen más fondos de ayuda a Puerto Rico”.

Pese a que no se pueden cancelar las ayudas ya concedidas, un consejero de la Casa Blanca advierte que se quiere dejar a Puerto Rico fuera de la Ley que financiará la recuperación del resto de áreas del país arrasadas durante la temporada de huracanes.

Desde la presidencia de Estados Unidos justifican esta decisión aseverando que las autoridades puertorriqueñas aún no han gastado todo el dinero otorgado. “Ellos no lo necesitan y es muy probable que no sean capaces de gastarlo”, concluyen.

No es la primera vez que Trump muestra su posición contraria al manejo de las ayudas que la administración puertorriqueña ha hecho, llegando a acusar a los líderes de la isla de gastarlo en otras partidas totalmente diferentes a la limpieza de los desperfectos generados por el huracán. “La gente de Puerto Rico es maravillosa, pero los políticos ineptos están tratando de usar las masivas y ridículamente altas cantidades de dinero de ayuda para pagar otras obligaciones. Estados Unidos no rescatará las obligaciones pendientes con el dinero de ayuda los huracanes”, escribió Trump el 23 de octubre en Twitter.