Como si de una película de James Bond se tratara, Arous Village, un resort vacacional a orillas del Mar Rojo en los años 80, escondía una base de agentes israelíes con una misión secreta.

Los folletos promocionales se distribuyeron por toda Europa, según informa ‘El Confidencial’. Las reservas sólo se podían hacer a través de una oficina en Ginebra (Suiza). El destino vacacional estaba ubicado en un lugar inusual: el desierto de Sudán.

Realmente, este complejo de lujo era una tapadera. Unos supuestos empresarios europeos llevaron los primeros turistas extranjeros a ese país. Lo que se promocionaba como un centro de buceo del Mar Rojo, no era en realidad lo que parecía: detrás de él, en la sombra, se movían agentes del Mosad, la agencia de inteligencia de Israel.

Arous Village se utilizó como cobertura para una misión humanitaria: rescatar a miles de judíos etíopes que se encontraban en campos de refugiados en Sudán y evacuarlos a Israel. Las autoridades del país africano no se podían enterar pues eran enemigas de los hebreos.

Nunca levantaron sospechas. Incluso, fueron los agentes del Mosad los que introdujeron el 'windsurf' en Sudán y algunos de ellos se hicieron pasar por instructores. En el almacén de equipos de buceo se escondieron las radios con las que los agentes se ponían en contacto directo con Tel Aviv.

Cuando Arous Village se convirtió en un punto turístico de primer nivel, se llevaron a cabo los primeros rescates. Los judíos etíopes eran sacados poco a poco de los campos de refugiados con la excusa de que se les iba a ofrecer trabajo. Más tarde eran evacuados en convoyes y una vez en el resort, los esperaban varias zódiacs que los transportaban a un buque de guerra en el Mar Rojo. Más de 9.000 judíos etíopes fueron liberados y llevados a Israel.