La ciudad costera de Sihanoukville (Camboya) es frecuentada por viajeros austeros o mochileros. Se trata de un enclave, cuyo principal atractivo son las playas paradisíacas, con una oferta turística asequible. No obstante, de un tiempo a esta parte se ha convertido en una suerte de Las Vegas, sobre todo para los turistas chinos. 

Según recoge La Información, en los últimos tres años se han construido numeroso casinos en la ciudad, así como se han reforzado diferentes servicios en aras del ocio nocturno. Así, lo que antes eran hostales u hoteles turísticos, ahora son complejos dedicados exclusivamente al juego.

Esta transformación ha tenido un gran impacto en el sector laboral, donde las profesiones han pasado de camareros o capitanes de barcazas a crupieres o trabajadores de sala de juegos. Cabe destacar que la prostitución también se ha disparado en Sihanoukville a raíz del potenciamiento del juego y la vida nocturna.

Cabe destacar que la mayoría de los usuarios de los casinos y salas de juego proceden de China, debido a que estas prácticas son ilegales en el gigante asiático, tanto por la vía online como física. Lo cierto es que la ciudad camboyana sigue apostando por el turismo de juego, por lo que sus calles están siendo sometidas a la modernización y se siguen construyendo edificios para crear casinos.

Actualmente, la provincia homónima donde se ubica la ciudad alberga 88 casinos frente a los 15 de 2015. Resulta curioso que la propiedad del 90% de estos casinos, así como hoteles, restaurantes y otros establecimientos, está en manos de ciudadanos chinos.

La ciudad camboyana, sin embargo, también sacará provecho de esta situación, ya que busca competir con otros núcleos del juego asiático, como es Macao, Singapur o Manila. Así, publicará una nueva ley del juego el próximo año, para aprobar un impuesto del 4 al 5% sobre los ingresos del casino. En Macao, por ejemplo, es del 38 al 39%. 

Camboya, en la lista gris

Lo cierto es que el marco legal de Camboya ha facilitado que la ciudad se convierta en una suerte de Las Vegas, ya que para obtener una licencia, vale con demostrar que se tiene una parcela de tierra, así como con pagar un impuesto por la solicitud al Ministerio de Finanzas de Camboya. Los operadores de los casinos, a su vez, no están obligados a verificar el origen de sus fondos y las ganancias no están sujetas a impuestos. Por ello, la asociación Grupo de Acción Financiera contra el crimen, fundada por el G7, ha incluido a Camboya en su lista gris de países vulnerables al lavado de dinero.