Una denuncia de la directora y actriz Olivia Wilde ha puesto a la aerolínea estadounidense Delta Air Lines en el foco del debate. La creadora criticó que la versión de su comedia Superempollonas (Booksmart, 2019) que se podía ver a bordo de los aviones de la compañía censuraba elementos como tramas y besos homosexuales, y palabras como “genitales”, “vagina” o “lesbiana”, según informa Variety.

Se han eliminado escenas importantes de las dos protagonistas de la filmación, según critica Wilde: “Han cortado la mayor parte de la escena de amor de Amy y Hope en el baño, que incluía cero desnudos, pero que suponía un argumento esencial para la protagonista”.

Además, han eliminado otros pasajes como uno en el que los personajes veían porno u otro en el que aparecían muñecas sin ropa. “¿Qué mensaje están lanzando a los espectadores, y especialmente a las mujeres? ¿Que sus cuerpos son obscenos? ¿Que su sexualidad es embarazosa?", se preguntaba la directora a través de las redes sociales

Ante el revuelo causado, desde Delta han informado que ellos no se encargan de dicha edición, sino que contratan el contenido de entretenimiento con terceras empresas. “Estamos revisando los procedimientos de edición de nuestros proveedores de contenido para asegurarnos de que están alineados con nuestros valores de diversidad e inclusión", comunicó la línea aérea.

Lo cierto es que no es la primera vez que atacan a la aerolínea por algo así. Hace algunos meses se denunció que la película Rocketman, un biopic sobre la vida de Elton John, censuraba besos entre personajes homosexuales, mientras que mantenía una escena en la que el cantante sufría un abuso sexual por parte de su representante.

Además, muchos usuarios critican a Delta por aplicar este tipo de censura, mientras que reivindicaba recientemente su apoyo a la diversidad sexual a través de su cuenta de Twitter.

La realidad es que esta no es la única aerolínea estadounidense que  ofrece versiones editadas de los filmes con el fin de adecuar el contenido a diferentes leyes locales y sensibilidades religiosas. De hecho, las compañías proveedoras de contenido permiten eliminar escenas según los parámetros que elija la línea aérea, borrando accidentes de avión, sexo explícito, logos de la competencia o incluso alusión a la carne de cerdo.