El Yasmine of the Sea se encuentra confinado en el puerto de Palma (Mallorca). El lujoso yate de la familia real catarí llegó a Baleares tras estar navegando durante seis días con 5 de sus 25 tripulantes contagiados por coronavirus. Ante esta situación, la Conselleria de Salud de Islas Baleares ha decidido trasladar a los contagiados al hotel medicalizado Meliá Palma Bay, mientras el resto de los que tuvieron contacto estrecho, permanecerán aislados en el buque de 80 metros de eslora.

Tal y como informa Diario de Mallorca, en este caso Sanidad Exterior, organismo dependiente del ministerio de Sanidad, no tiene competencia, ya que el barco no provenía del extranjero, sino que su último trayecto fue un Valencia-Palma. Así, deberá ser el Govern quien asuma y coordine los protocolos de rastreo y debe avisar a las personas que son contactos estrechos, entre ellos el príncipe Abdullah Al Thani y su familia, que habían navegado en él hasta el 5 de septiembre.

Diario de un desatino

El primer positivo en el Yasmine of the Sea fue confirmado por los análisis de un laboratorio de Palma. Se trataba de un tripulante que presentaba síntomas desde que el yate estuvo amarrado en Porto Chievo (Cerdeña, Italia), el 21 de agosto. Mientras estuvo allí atracado, la tripulación permaneció aislada de los pasajeros, pero trabajando todo el día con los positivos. Por su parte, los miembros de la familia real catarí realizaron vida normal, entrando y saliendo y visitando los lugares más concurridos de la costa italiana.

Luego el buque se dirigió rumbo a Ibiza, donde atracó el 28 de agosto. A excepción de un trayecto a Formentera el 31 de agosto, estuvo amarrado en la isla blanca hasta el 2 de septiembre. Más tarde, puso rumbo a Valencia, donde supuestamente se apeó la familia real para volver a su país. Finalmente, puso rumbo a Mallorca.