Ayer, 2 de enero, fue el día más caluroso que se ha registrado en Noruega durante la época de invierno. Y es que los termómetros marcaron en la localidad de Sunndalsora 19ºC, 25 grados más que la media mensual.

Según ha informado BBC, contra todo pronóstico, una ola de calor asola la región oeste del país escandinavo en pleno enero, una época del año en la que los termómetros deberían marcar temperaturas bajo cero.

Este extraño y caluroso clima ha despertado un debate social, ya que mientras unos disfrutan de las agradables temperaturas, otros temen que sea un efecto más del cambio climático. A este respecto, la alcaldesa del municipio de Rauma, Yvonne Wold, que disfrutó de un chapuzón en el mar ese mismo día, destacó que existe cierta preocupación por el aumento de las temperaturas. 

Por otro lado, el meteorólogo del medio citado, Peter McAward, apuntó que la máxima temperatura registrada en Sunndalsora en enero de 2017 fue de 17,4ºC. Asimismo, puso de relieve que ayer no solo fue el día más caluroso de enero en Noruega, sino de todos los meses de invierno (de diciembre a febrero) en Escandinavia.  McAward, a su vez, explicó que la excelente temperatura registrada en Sunndalsora se debe a su ubicación. "La causa principal de las temperaturas récord en este lugar fue un viento foehn", que se trata de una ráfaga cálida que se produce en el lado de las cadenas montañosas donde sopla el viento.

Si el buen clima se prolonga, el sector turístico podría verse afectado durante la actual temporada de invierno, en la que los turistas escandinavos suelen planear una escapada a destinos más cálidos. Diferentes destinos españoles, como el archipiélago canario, la Costa Blanca y la Costa del Sol se verían afectados ya que se encuentran entre los favoritos de los noruegos durante esta temporada. En este sentido, cabe destacar que gracias a las protestas de los turistas noruegos, la aerolínea escandinava Norwegian decidió mantener sus vuelos a Alicante y Málaga para el verano de 2020, así como a Gran Canaria para el invierno de 2020, que tenía previsto eliminar. Algo que refleja el interés de estos foráneos por los destinos españoles que ahora se podrían ver perjudicados por las buenas temperaturas en invierno.

Algo similar ocurrió en verano de 2018, cuando una ola de calor asoló el norte de Europa y los turistas decidieron disfrutar de las vacaciones en su hogar en lugar de viajar.