De unos años hacia acá, muchos hoteles se han dado cuenta de que sus clientes no son solo los que se alojan, sino también los viandantes, bien residentes en la ciudad o incluso los alojados en otros hoteles.

Ahora una persona que no está alojada en un hotel puede utilizar muchos servicios que prestan los hoteles como son el spa, cafeterías, restaurantes, terrazas…

Con esto se ha conseguido quitar el miedo de entrar en un hotel a las personas no alojadas o al residente de la ciudad. Y es que antes era impensable entrar en un hotel si no estabas alojado, pensabas que te echarían o que te cobrarían una fortuna por tomarte un café, y ya no digamos el cenar en sus restaurantes.

Esto ha beneficiado al sector hotelero, pues los ingresos han aumentado obteniendo más benéficos de clientes externos.

Hasta hace muy pocos años, el producto estrella que usaba el cliente externo eran los spas, ahora son más los restaurantes especializados y quien se lleva el gran éxito son las terrazas, donde se pueden tomar cóctel y combinados con música de fondo, al aire libre y normalmente con vistas al mar, a monumentos o la ciudad.

Podemos decir que los hoteles han abierto las puertas al cliente externo, cosa impensable hace años.

 

*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo