Resulta muy complicado llamar a la calma ante la sensación de pánico colectivo que está generando el tratamiento del coronavirus en los mass media, pero es importante que reflexionemos para evitar que el miedo se apodere de la sensatez y maneje nuestras vidas.

Hace escasos días, se difundió entre algunos medios de comunicación que varios turistas alojados en una localidad majorera habían solicitado hacerse una prueba del coronavirus porque mostraban síntomas de gripe. Hasta conocerse el resultado, que resultó ser negativo, pasaron 24 horas en las que dicha localidad se convirtió en un lugar fantasma con calles sin paseantes, con parques sin niños y comercios sin clientes… en un lugar sin vida.

Es fácil extrapolar esta situación a otros lugares, a otros ámbitos y llegar a la paralización total del sistema por el miedo que genera la aparición de un virus y no por el daño que el virus por sí mismo pueda ocasionar. Es necesario, insisto, que no nos dejemos llevar por la alarma social, que analicemos los datos reales de la incidencia del coronavirus y que confiemos en nuestro sistema de sanidad que es un referente en el mundo.

No dejemos que el miedo se apodere de la sensatez
 
*Si quiere conocer la opinión sobre el coronavirus de Juan Genovart, contracting manager para España de Ôvoyages by Thalasso n°1, pinche en este enlace