Estamos todos muy preocupados por las consecuencias del Covid-19. Se trata de una nueva gripe contra la que no tenemos anticuerpos activados, como es evidente.
A día de hoy, hay 85.000 infectados (38.000 dados de alta) en todo el mundo, de los que 8.000 están fuera de China, bajo seguimiento y tratamiento, con un índice de mortalidad muy bajo, siendo las personas en avanzada edad y/o con una patología de otras afecciones conocidas el grupo de mayor riesgo.
Con motivo de esta epidemia, se han activado los Protocolos Sanitarios para su contención con todos los medios, aunque nos pueda parecer excesivo aislar un hotel completo (el H10 Costa Adeje Palace, en Tenerife), algo que ha funcionado y muy bien. Confiamos en que, próximamente, se mejore su tratamiento.
Gran parte de la alarma social la han activado los periodistas nada o poco documentados científicamente, pero también y, sobre todo, a través de las redes sociales, donde tienen cabida todo tipo de opiniones sin contrastar, incluidas las falsas o equivocadas, que contribuyen a crear una "histeria colectiva" que no es proporcional a la gravedad de la gripe (¿nos hemos olvidado ya de la gripe aviar?) y a las consecuencias de la enfermedad en sí misma.
La verdadera pandemia es la desinformación, ¡eso es lamentablemente cierto!
Confiamos en que la Unión Europea mantenga las fronteras abiertas, también en que los estados mantengan las alertas activadas, sean eficientes y diligentes en su tratamiento con la acotación contra su propagación para que esta situación se resuelva adecuadamente y con la mayor brevedad.
*Si quiere conocer la opinión sobre el coronavirus de Martin Schwarz Torres, CEO de Martindipity, pinche en este enlace.
