Es curioso que ha tenido que venir gente de fuera para ver el potencial turístico de la provincia.

Eso viene pasando desde siempre, podemos dar claros ejemplos de ello.

A todos ellos le tenemos que agradecer el potencial turístico de la provincia.

Por un lado, tuvimos al mallorquín Juan Llull, quien en 1988 fue el gran impulsor del Novo Sancti Petri en Chiclana (Cádiz), inaugurándose en 1991 y siendo, a fecha de hoy, uno de los destinos por excelencia de la provincia de Cádiz.

Otra persona que apostó por Cádiz fue Jan De Clerck, presidente del Grupo HACE (Hoteles Andaluces con Encanto), empresario belga que llegó en 1961 a pasar su luna de miel a Rota, al Hotel Playa de la Luz. Este hotel, propiedad de su familia, fue inaugurado tres años antes. Le gustó tanto esta parte de Andalucía que se quedó como consejero delegado de la sociedad Hotel Playa de la Luz S.A., y desde entonces dirige los destinos de la misma.
 

Foto: Pixabay

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También hay que destacar al escocés James Stuart, un surfero que llegó a Vejer (Cádiz) en los años 80 y, junto a la que aún es hoy su socia, la vejeriega Regli Álvarez, montó una empresa de turismo activo —Discover Andalucía— en la que planificó rutas en bici para extranjeros por toda la región.

Corrían los años 90 cuando empezó aquella aventura. Casi una década más tarde, en 1999, el empresario restauró unas casas abandonadas en la Plaza España de Vejer para destinarlo a un hotel boutique, La Casa del Califa, en el corazón medieval de Vejer, cuyas puertas abrieron al público en 2001.

Los históricos edificios cobraron vida con los objetos y obras de arte de la colección personal del empresario y su familia. Un lugar donde es posible sentir la atmósfera morisca de Vejer y dormir rodeados de arte e historia.

En el año 2002, otro destino que comenzó su andadura turística de la mano del empresario holandés Bastian Zwartendijk fue Benalup-Casas Viejas (Cádiz), quien fuera el creador del Hotel Fairplay Benalup, hotel de 5* GL con 52 habitaciones.

Y así podemos seguir enumerando nombres de personas que llegaron a Cádiz y comenzaron a ver su potencial turístico que nadie autóctono vio.

Pero nos quedan muchos destinos por descubrir y lugares por enseñar, y esperemos que seamos los propios gaditanos los que seamos capaz de hacerlo destino turístico y nos demos cuenta de que tenemos un diamante sin pulir.

 

*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo