Thomas Cook está desviando capacidad de España a los países del Mediterráneo oriental para reducir la presión en sus márgenes en el mercado británico.

Durante la presentación de los resultados del primer semestre, Peter Fankhauser, CEO de la empresa, ha asegurado que están experimentando “una presión en los márgenes de su touroperador británico debido a la combinación de la inflación de los costes de los hoteles en España y el impacto de cambio de moneda”.

Esta situación ha llevado al operador a mitigar la presión “quitando capacidad en España y llevándola al Mediterráneo del Este” para este verano.

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También ha informado que las reservas para Canarias y para Baleares “son más bajas que el año pasado” tras su decisión de reducir la capacidad para el verano. Por el contrario, las reservas a Turquía Grecia y Egipto han crecido. También lo han hecho Croacia, Italia y Túnez.

También ha informado que el programa del verano de 2018 está vendido en un 59%, registrando un incremento en las reservas del 13% respecto al mismo período del año pasado. Los ingresos del grupo crecieron un 5% hasta los 3.691 millones de euros, siendo clave el crecimiento de Egipto y de los destinos de largo radio.

Con todo, el grupo ha conseguido reducir su deuda después de tasas pasando de los 359 millones de euros de 2017 a los 346 de 2018.