Cepsa ha formalizado un acuerdo con el aeropuerto de Sevilla para que 220 vuelos utilicen una gran cantidad de 'biocombustible' (SAF). Dicho carburante —creado a partir de huesos de aceituna y otros residuos vegetales del sector de la oliva en España— dará servicio a todos los vuelos de Air Europa, Air Nostrum, Iberia Express, Ryanair, Vueling y Wizz Air que despeguen desde la citada terminal, solo en la próxima semana.

Esta remesa de SAF cubrirá 400.000 kilómetros de trayecto de una aeronave media, el equivalente a dar diez vueltas al mundo y una cantidad suficiente para cubrir entre 400 y 500 horas de vuelo. Así, los aviones integrados en este proyecto portarán un 4,5 % de combustible sostenible en sus depósitos, superando el objetivo del 2% que establece la Unión Europea para 2025.

Se trata de la primera vez que se lleva a cabo un suministro de SAF de estas características en España, razón por la que Cepsa califica a Sevilla como "la capital de la descarbonización del transporte aéreo del sur de Europa". Según la compañía energética, esta iniciativa evitará la emisión de más de 200 toneladas de CO₂, el equivalente a la plantación de más de 2500 árboles.

“Desde el sector aéreo reafirmamos nuestro compromiso con alcanzar las emisiones netas cero en 2050 y apostamos por el uso del SAF, ya que es eficaz para reducir las emisiones de CO₂ y una solución disponible que se puede mezclar hasta en un 50% con el combustible convencional sin requerir ninguna adaptación. Pero para que se implemente con éxito es necesario escalar su producción para que sea accesible y asequible”, afirmó Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas, presente en la presentación de la iniciativa. 


La 'transición verde' es clave para el sector de la aviación, tanto para reducir la huella de carbono como para hacer frente a la exponencial subida del coste del queroseno, combustible fósil que utilizan los aviones. Además, el recién presentado paquete de medidas de la UE, 'Objetivo 55', incluye varias medidas climáticas que afectan al sector turístico y de los transportes, entre ellas un nuevo impuesto al queroseno que forzaría a las aerolíneas a cambiar su política.

El SAF
 

El SAF se puede producir de diversas formas, recurrentemente a través del aprovechamiento de materias primas como aceites de cocina usados, residuos animales no alimentarios o residuos biodegradables de industrias de distinto tipo. Para lograr convertir en energía estos elementos, se produce la combustión de materia orgánica a través del uso de energías renovables. 

Asimismo, existe la posibilidad de crear 'combustible sintético', resultado de la separación del hidrógeno y el oxígeno presentes en el agua, que más tarde se utiliza para juntar el hidrógeno aislado con CO₂ capturado de la atmósfera.