La recuperación del sector aéreo tras la pandemia se ha visto sacudida por el estallido del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que está repercutiendo ya en la confianza de los viajeros a la hora de reservas vuelos. A esta situación se suma la escalada en los precios del combustible tras el bloqueo económico internacional a la federación rusa, uno de los principales productores de petróleo del mundo.

Esta escalada sin fin en el precio del petroleo repercutirá directamente en los costes de las aerolíneas que no tengan asegurado un precio fijo


«Un efecto indirecto del conflicto es que se está retrayendo un poco el nivel de reservas, no solo en las zonas limítrofes del conflicto. Estamos viendo que para venir a España el ritmo de reservas ha bajado y la gente se está pensando dos veces reservar sus vacaciones», ha explicado Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) a El Independiente.

Según ha señalado al citado medio Azza Chammem, analista sénior de rating corporativo de Scope Ratings, el precio del crudo ha alcanzado niveles no vistos desde 2014, cuando Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea. Actualmente, el precio del barril de petróleo se sitúa por encima de los 120 dólares y la tendencia parece seguir al alza.
 


Esta escalada sin fin en el precio del petroleo repercutirá directamente en los costes de las aerolíneas que no tengan asegurado un precio fijo para el suministro de combustible a través de contratos a futuro. “Para estas compañías el combustible es la primera o segunda fuente de costes, por lo que el precio del queroseno ha sido durante mucho tiempo el factor determinante de la rentabilidad de las aerolíneas, representando entre el 15 y el 35% de sus costes de explotación en la última década”, advierte Chammem.

El precio del queroseno ha sido durante mucho tiempo el factor determinante de la rentabilidad de las aerolíneas


Sin embargo, compañías como Ryanair o IAG (Iberia, British Airways, Level, Vueling y Aer Lingus) han informado de que tienen asegurado por contrato un precio fijo para el suministro de petróleo, al menos, hasta el próximo año. En cambio, otras aerolíneas como Norwegian o Wizz Air optaron por abandonar estas coberturas de combustible a largo plazo, por lo que serán las principales afectadas por el incremento de precios.