“El saber atender bien en el destino se convierte en una incubadora de futuros turistas”, señala Francesc Colomer, secretario de Turismo de la Comunidad Valenciana, en una entrevista para Tourinews en la que ha hecho balance de su participación en ITB Berlin.

En esta importante feria, una de las más relevantes de nivel mundial, la C. Valenciana desplegó todo su potencial en turismo de festivales, “los productos más singulares”, aunque también están abiertos a nuevos segmentos vinculados al turismo LGTBI, al turismo MICE o al cultural. De hecho, subraya la importancia de “no apostar todo ni a un producto, ni a un mercado, ni a un segmento”. 

Pregunta (P): ¿Cómo ha ido la primera ITB de Berlín después de la pandemia? ¿Qué ambiente se ha respirado?

Respuesta (R): Creo que ha ido razonablemente bien. Hay que tener en cuenta que han sido tres años desconectados de ese ecosistema presencial en Alemania, y actualmente ITB ha dado un giro hacia lo profesional; por lo tanto, hemos agendado reuniones y encuentros con touroperadores, agencias, influencers, compañías aéreas... todos aquellos que conforman la cadena de valor del sistema turístico. Creo que la promoción es el arte de la constancia y por ello creo que vamos en la dirección correcta. No todo acaba en esta feria, tenemos dos grandes citas más en Alemania a nivel presencial: una en Frankfurt, especializada en turismo de congresos, y otra especializada en el Cicloturismo. Además, también tendremos más de 20 acciones (presstrips, famtrips, workshops, etc.) toda una serie de estrategias, también en el espacio digital, que conforman esa ofensiva en un mercado que nos interesa muy especialmente. 

 
 Foto: Tourinews©

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P: En esta ITB se han eliminado los días de público en general, ¿qué ha supuesto esto para ustedes?

R: Aunque que vayamos a ferias de corte generalista o mixta como puede ser FITUR, nosotros estamos muy acostumbrados al sesgo profesional que tiene que tener nuestra estrategia, nuestras reuniones y nuestra operativa en todos los sentidos. De hecho, la propia arquitectura del estand está muy ligada al trabajo, al coworking y al networking. No olvidemos que una feria no deja de ser un espacio para comprar y vender, y debo destacar que hemos tenido aproximadamente 400 interacciones, reuniones, y visitas en lo que ha sido una delegación compuesta por más de 20 entidades, porque es importante que las instituciones acompañemos al propio sector en la estrategia de comercialización, para que de alguna manera sigan cultivando ese mercado en sus diferentes versiones. No solo nos interesa el vacacional, el 'sol y playa' que tanto nos ayudó en la internacionalización y que tiene tanta resonancia entre el público alemán; pero nos interesa muchísimo nuevos segmentos vinculados al turismo LGTBI, al turismo de congresos, al cultural, los city breaks o a la gastronomía —que nuestra comunidad vive una edad dorada— y, en ese cultivo, en esa gestión y en la gran diversidad de productos que somos, se basa nuestro papel en esta feria. 

P: Antes nombró a aerolíneas, touroperadores, agencias de viajes e influencers. ¿Los influencers están cobrando un papel tan relevante en este ámbito para que usted los nombre? 

R: Creo que sí, a tenor de la cantidad de impactos y de capacidad de llegada a la nueva generación de públicos que están inscritos en ese ámbito. Nosotros hemos abierto nuestra estrategia de marketing con promociones en TikTok, Instagram, Twitter, Facebook, etc. En el ecosistema donde estos prescriptores de destinos generan una capacidad de posicionamiento y de repercusión de tu producto que no es para nada despreciable. Evidentemente, no podemos fiar todo a este ámbito, creo que la virtud de una estrategia comercial completa son los 360 grados, multicanal, multinivel y trabajar. Y al final también es muy importante la propia experiencia; hace poco participé en un acto donde la capacidad de fidelización era la antiquísima cultura del boca a boca, que muchas veces es tan importante como las tecnologías. Este es un ámbito que no podemos despreciar, es decir, cuando vienen aquí los turistas, uno de nuestros productos más singulares y por lo que más hemos apostado han sido los festivales de música en vivo, ese primer viaje iniciático para muchos jóvenes que vienen a festivales como el 'Rototom' o el 'FIB' son importantes, porque en función de las impresiones que se lleven, de la hospitalidad y de los atributos que comiencen a percibir, probablemente les fidelizaremos para que en otro momento de su vida regresen con sus familias en clave de otras inspiraciones. Por lo tanto, el saber quedar bien y el saber atender bien en el destino es una incubadora de futuros turistas. Creo en esto y creo también en las nuevas tecnologías, en la inteligencia artificial, en el marketing imbound y en la generación de contenidos. En definitiva, en una estrategia polivalente que nos llevará a tener la notoriedad que deseamos. 
 

El alemán tiene una cultura muy viajera porque ha integrado las vacaciones no como un bien de lujo, sino como un bien fundamental 


P: ¿Es un reto para la Comunidad Valenciana ganar terreno en el mercado alemán?

R: No es nuestro principal mercado emisor, pero sí es muy interesante para nosotros por su capacidad adquisitiva y que sociológicamente es un pueblo muy viajero que ha integrado las vacaciones, no como un bien de lujo, sino como un bien fundamental, algo que se ha potenciado aún más tras la pandemia. Se ha reformulado la escala de valores y ahora para mucha gente viajar, buscar la felicidad y el tiempo libre son aspectos esenciales. Pero el mercado alemán siempre fue así.

P: ¿Cuáles son los primeros resultados de su ofensiva?

R: En el 2023 hemos sumado en las tres provincias de la Comunidad Valenciana 8 nuevas conexiones, es decir, ya hay total de 12 ciudades alemanas con las que tenemos conexión. Y eso es muy importante porque el 70% de la gente viene en avión, el resto por carretera y por ello la conectividad aérea es crítica. El alemán que nos visita se queda prendado, por lo que todavía queda recorrido en este mercado y tenemos mucha fe en el futuro. 

P: Además de la conectividad aérea, ¿tienen otras claves? 

R: La capacidad aérea facilita mucho, pero hay un porcentaje que sigue viniendo en carretera. Nunca te lo puedes jugar todo ni a un producto, ni a un mercado, ni a un segmento. En la diversidad está la gestión y más en este mundo tan cambiante. Cambia la oferta, la demanda, los modelos de negocio, el clima, la tecnología, las tendencias, la condición humana… Al final, tenemos que estar muy despiertos para aprovechar cualquier tipo de posibilidad. Lo importante es el producto, el destino y el público; para todo lo demás, ‘a rey muerto, rey puesto’. Esto quiere decir que no te lo puedes jugar todo a un touroperador, recordemos cómo pasó lo que pasó con Thomas Cook. Por lo tanto, en esa gestión permanente con la tecnología nos puede ayudar para asegurar lo que más importa: la desestacionalización, la rentabilidad de las empresas, la presencia permanente de públicos en la diversidad de productos, superar el sol y playa —a pesar de ser fundamental—, el interés por la cultura, la ornitología… En nuestra comunidad, excepto los deportes de esquí, creo que ofrecemos de todo. Cada vez estoy más obsesionado con la custodia de la reputación, construir una marca con valores y atributos que se mueven en el imaginario, en el deseo y en la voluntad del mercado. El mercado son familias, son personas escogiendo el lugar en el que pasar sus vacaciones y no podemos fallar. Si decimos calidad es que ofrecemos calidad, limpieza, atención, hospitalidad, excelencia, gastronomía de calidad… no podemos defraudar. El mejor marketing comienza siempre en el producto. Soy mucho de cuidar la retaguardia, nuestra verdad, nuestra autenticidad y, a partir de ahí, promocionar.