La Copa América 2024 prepara en Barcelona lo que será su edición número 37. “Va a haber ocupaciones tanto de plazas de veleros y barcos en los puertos como en los hoteles”, señala Ignasi Armengol, Director General de la Fundación Barcelona Capital Náutica y ayudante de la organización de la Copa América 2024, en una entrevista para Tourinews.

La Fundación Barcelona Capital Náutica ayuda en la organización de esta competición, que se celebrará entre septiembre y octubre de 2024. Armengol señala que la fundación “siempre ha tenido proyectos de ayuda, soporte y formación en temas de navegación”. Además, destaca que “es importante sacar provecho de este evento deportivo de primera escala mundial y con 170 años de historia”. 

Pregunta (P): ¿Qué es la Fundación Barcelona Capital Náutica? 

Respuesta (R): Es una fundación que ya tiene solera, porque aunque le hemos modificado el nombre, lo que sería la misión principal sigue intacta. Nosotros somos la antigua Fundación Navegación Oceánica de Barcelona, que organizó varias regatas transatlánticas como la World Race o la Barcelona-Nueva York. Esta fundación siempre ha tenido proyectos de ayuda, soporte, formación en temas de navegación, y el cambio a Barcelona Capital Náutica tiene que ver con que la ciudad ha sido elegida para celebrar la Copa América para el año 2024. Aprovecho para decir que nosotros no somos los organizadores de la Copa América, es el equipo neozelandés —el anterior vencedor de la edición pasada—. Nosotros, desde la fundación, lo que hacemos es ser el facilitador, ya que somos la sede —el host, como dicen en inglés— porque tenemos a todas las administraciones dentro de nuestra fundación. Por lo tanto, somos el facilitador, el que va a ayudar y el que va a colaborar en la organización de la Copa América. Durante 2 años se va a preparar la 37ª edición. 
 

Foto: American´s Cup Barcelona

Foto: American´s Cup Barcelona

P: ¿Cómo se consigue que el equipo neozelandés decida celebrar la copa América en Barcelona?

R: Aquí ha habido una confluencia de intereses. El equipo neozelandés explica que, dentro de su voluntad de conseguir democratizar el mundo de la vela e incluso el mundo de la Copa América, quería hacerlo en un país europeo, donde haya una capacidad de interrelación a nivel mundial; por temas de horarios —en Nueva Zelanda la coincidencia horaria en directos es casi imposible con Europa y Estados Unidos—, pero también por un tema de cantidad de gente, de cultura y de países de cultura náutica. Por lo tanto, yo creo que ya tenían idea de traerlo a Europa cuando decidieron no hacerlo en Nueva Zelanda. Después, yo creo que la otra parte de la razón hay que buscarla en el equipo de Barcelona, porque consigue aunar al Gobierno Central, a la Generalitat, al Ayuntamiento, a la Diputación, y a un conjunto de sociedad civil, representado por la organización Barcelona Global y por una serie de empresarios que hacen una piña. Cuando Barcelona se une de esta manera es muy difícil pararla, hicimos muy buena candidatura y los neozelandeses están encantados. 
 

Queremos una ciudad abierta, bien preparada, bien dispuesta con los servicios a punto para que esto realmente sea un espectáculo"


P: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, dijo en su momento que “se trata de un acontecimiento deportivo histórico con gran proyección a nivel internacional, económica y para el turismo…”. ¿En qué consistirán estos beneficios de imagen y estos beneficios económicos?

R: Nosotros estamos trabajando para bajar al suelo esta idea, que es una idea que todo el mundo identifica con cifras, por ejemplo, de audiencia televisiva; son casi 10 semanas de regata diaria y si esto se va acumulando a la cantidad de veces en que va a estar la ciudad en todos los domicilios americanos, europeos, asiáticos, neozelandeses, australianos... es grande. Entonces, transformar estas cifras de audiencia en lo que podría ser un impacto económico es un trabajo que vale la pena hacer y lo estamos haciendo. Hay temas más fáciles como calcular el número de visitantes que puede llegar a atraer un evento de este tipo. Si tomamos como ejemplo, San Francisco y San Diego, últimas ciudades grandes parecidas a Barcelona que ejercieron de sede, podríamos hablar de cerca de 2 millones de personas que puedan estar presentes en la ciudad. No durante las 10 semanas, pero sí intentando hacer coincidir su presencia, la salida de su crucero o realizando una parada en Barcelona desde un vuelo de EE.UU. a Japón. Por tanto, hay que tener una infraestructura de hoteles y de servicios lo suficientemente grande, y no solo en la ciudad, nosotros estamos convencidos de que en el entorno —no solo el metropolitano, sino también la región a unos 50 kilómetros al norte y sur de Barcelona— va a haber altas ocupaciones, tanto de plazas de veleros y barcos en los puertos como en los hoteles
 

Barcelona. Foto: Pixabay

Barcelona. Foto: Pixabay

P: Quedan 674 días para que empiece toda esta aventura… ¿Qué queda por hacer para que este evento sea un éxito? Porque estamos hablando también de infraestructuras, de zona de varado de barcos... 

R: Sí, hemos estado trabajando en la parte de laboratorio, en la parte de diseño, pero solo ha llegado un equipo y está en una zona provisional. El primer efecto que vamos a tener, en los próximos 8-10 meses, es que vamos a ver las 5 bases de los 5 equipos que están confirmados. Aún podría haber un sexto equipo, pero de momento hay 5 confirmados. Estas bases, que son construcciones propias, donde ellos tienen sus barcos… como mínimo uno de la AC75 y es posible que también el de mujeres y jóvenes —otra regata que se hace con el AC40—. Por otro lado, estamos trabajando y diseñando cómo disponer de nuestro espacio de playa y de nuestros paseos marítimos, porque la suerte es que este tipo de regatas, como SailGP en Cádiz, se pueden ver desde la costa directamente. Y, estamos previendo cómo lo vamos a hacer, asegurando que el máximo de gente pueda tener visión y que seamos capaces de incluir a mucha gente en estas regatas diarias. Por último, estamos previendo espacios dentro de la ciudad e incluso en otros municipios —muchos de ellos no dan a la costa— para que pueda haber visualización en diferido o en directo en pantallas de televisión. Por lo tanto, estamos también previendo toda esta gestión de espacios más allá de lo que sería el frontal de playa. Es todo un proceso de infraestructuras importante y esperemos que de aquí a un año lo tengamos completo. 


 

P: Esta regata comenzó en 1851, es decir, lleva unos 173 años celebrándose. Supongo que existe un antes, un durante, y un después… ¿Cómo visualizan ustedes esas tres fases?

R: Ya estamos trabajando en la fase de preparación. La fase del "durante", las 10 semanas de competición, nos imaginamos una ciudad totalmente abierta a cualquier persona, tanto del entorno más cercano —nos haría mucha ilusión que los vecinos de Barcelona y la gente baje de los barrios que están en la parte de montaña sientan suya esta competición—, pero también de todos los pueblos cercanos y cualquier visitante que quiera venir. Una ciudad abierta, bien preparada, bien dispuesta, con los servicios a punto para que esto realmente sea un espectáculo, no solo televisivo sino en vivo y en real. Esto para nosotros es señal de éxito.  Con respecto al"después", para nosotros es importante sacar provecho de este evento deportivo de primera escala mundial y de 170 años de historia. Además de añadirle una serie de proyectos que llamamos de legado, que son aquellos que nos han de posicionar en la mejora de las escuelas de base del mundo de la náutica, de la navegación y de las federaciones de velas; nos han de ayudar a poner como un tema clave de los próximos años la sostenibilidad oceánica, el cambio climático, los microplásticos... Toda una serie de proyectos que queremos aprovechar para que la Copa América sea un impulso y que, en el año 2026 y 2028, estemos hablando de un proyecto de limpieza del Mediterráneo que empezó gracias a tener una Copa América aquí. Ese sería nuestro gran deseo a posteriori de esa gran copa, de ese gran evento que tenemos en el 2024.