Desde hace once años se prohibe viajar a bordo de un avión en la Unión Europea con más de 1 litro repartido en botes de 100 ml cada uno. El 10 de agosto de 2006 se armó un gran revuelo internacional después de que la policía británica descubriera un complot para hacer estallar 10 aviones que iban a volar desde Reino Unido a Estados Unidos con explosivos líquidos.

Todo esto hizo que España duplicara el número de vigilantes en sus aeropuertos (de 900 a 1.800) y llevara a cabo una campaña de divulgación de las nuevas medidas que costó siete millones de euros.

Expendedora de bolsas de plástico en aeropuerto

A pesar de esto, aún hoy en día cientos de personas no tienen claro qué pueden llevar a bordo. La normativa es clara. Se consideran líquidos el agua y otras bebidas, sopas y jarabes. También las cremas, pastas, lociones y aceites, los perfumes, las espumas, los desodorantes, los aerosoles y cualquier sustancia de consistencia similar, según explica Aena en su página web.

Los líquidos permitidos son aquellos que no excedan los 100 ml siempre y cuando sean transportados en una bolsa de plástico transparente que pueda cerrarse completamente y que, en conjunto con otros líquidos, no exceda el litro.También pueden ser portados los que tengan que ser utilizados durante el viaje por necesidad médica o dietas especiales como la comida de los niños.

Tampoco tienen problema los líquidos comprados en las tiendas del aeropuerto siempre que vengan empaquetados en bolsas de seguridad homologadas y precintadas, se tenga el recibo de compra y no se abran hasta el destino final.

Suscripción

Sin embargo, la normativa no es igual de estricta en todos los casos y existen dos excepciones curiosas:

  • El pesto

La excepción más original se da en en aeropuerto de Génova, en Italia, desde donde se puede volar con hasta medio litro de pesto desde el pasado 1 de junio. La iniciativa pretende defender el producto autóctono y acabar con los “centenares de botes de pesto que eran secuestrados cada año en los controles de seguridad” y que provocaban las protestas de muchos pasajeros, según explicaron el Cristoforo Colombo, la Cámara de Comercio de Género y la ONG Flying Angels. 

Los viajeros que quieran subir a bordo con la salsa tendrán que llevarla bien envasada, pasarla por un escáner y comprar una pegatina especial por 50 céntimos, que se destinan a la ONG, que se encarga de transportar a niños enfermos de todo el mundo para que reciban tratamiento.

Il pesto e Bueno

  • Las ensaimadas y sobrasadas

Estos productos baleares son los primeros que generaron polémica al entrar en vigor la normativa. La sobrasada, por ser una crema, y las ensaimadas, por estar rellenas, estuvieron prohibidas un tiempo. Sin embargo, gracias a un acuerdo entre AENA y la Guardia Civil los dos productos estrellas de las islas pudieron volver a ser parte del equipaje de mano de los viajeros.  

Ensaimada en Baleares

Una iniciativa a la que podría acogerse otros destinos 

En España diversos destinos podrían llevar a cabo iniciativas similares para fomentar el consumo de sus productos típicos. 

  • El Mojo Picón canario 

La popular salsa canaria es uno de los reclamos gastronómicos por excelencia de las Islas Canarias. Los turistas que acuden a la región lo degustan junto a las ‘papas arrugadas’. Aunque se venden en los aeropuertos, los turistas que quieren portar un tarro de mojo que suele rondar los 250 ml comprado fuera del 'Duty Free' en su equipaje de mano se encuentran con que no pueden embarcar con él. Las autoridades de las islas manifestaron su preocupación ante la medida impuesta en 2006, no solo en relación con el mojo sino por productos tan característicos como la miel de El Hierro o el vino de Lanzarote. 

Mojo Canario

 

  • La Sidra Asturiana 

La sidra es un símbolo de identidad muy arraigado en Asturias. En la región existen más de 500 tipos de manzana y la floración del manzano en primavera constituye todo un reclamo turístico. Se producen más de 45 millones de litros de sidra, algunos de los cuales los turistas quieren llevarse a casa en su equipaje ya sea como regalo para sus allegados o para disfrutar ellos mismos. Solo es posible facturándolo. 

Sidra Asturiana

 

  • La horchata valenciana 

Para degustar la característica bebida de Valencia, además de las típicas horchaterías, los viajeros pueden realizar rutas para descubrir el proceso de elaboración. Sin embargo, a la hora de llevarse el producto a su país se encuentran con el obstáculo de la limitación de líquidos. Solo pueden transportarlo en el equipaje facturado, con el riesgo que esto entraña, o adquirirlo en los establecimientos aeroportuarios a un precio bastante más elevado. 

Horchata valenciana

Ahora, menos probable

Aunque la apertura de las restricciones podría suponer amplios beneficios para las regiones turísticas en relación con sus productos gastronómicos, el auge del terrorismo islámico en Europa ha contribuido a un refuerzo de las medidas de seguridad en todos los aeropuertos, por lo que es poco probable que los gobiernos autonómicos puedan llegar a un acuerdo con los servicios de seguridad. Quizás en un futuro podamos volver a ver a extranjeros pasando por el control de equipaje con una 'tonelada' de productos de nuestro país. Por el momento, tendrán que conformarse con llevarlo en el equipaje facturado y que 'la suerte les acompañe' para que el material llegue al destino sin desperfectos.