Aena anunció el pasado lunes 5 de noviembre la licitación de las obras para la creación de una nueva área terminal y de aparcamientos en el Aeropuerto Reina Sofía, también conocido como Tenerife Sur.
Para este proyecto, el gestor aeroportuario invertirá un total de 62,4 millones de euros, que se engloban en la inversión total de 140 millones planificada para esta instalación entre 2017-2021. La idea de la empresa público-privada es crear un edificio que actúe de nexo entre las actuales terminales T1 y T2, esta última terminal está actualmente en desuso, por lo que con su puesta en marcha se estima que la superficie operativa del aeropuerto tinerfeño aumentaría en un 50%.
La construcción del edificio-puente comenzaría en abril de 2019 y se prevé un plazo de 23 meses para la ejecución de las obras. Una vez concluida, los dos edificios actuales estarían integrados en un área terminal única.
El Aeropuerto Reina Sofía registró en 2017 un total de 11,3 millones de pasajeros, lo que supuso un incremento del 7,4% con respecto al año anterior. Se trata del séptimo aeropuerto de España en lo que se refiere a tráfico de pasajeros.
“Tenerife necesita y merece una nueva Terminal”
Una de las voces que se ha mostrado más contraria a este proyecto ha sido José Fernando Cabrera, empresario turístico y presidente del Foro de Amigos del Sur de Tenerife (FAST). En una opinión publicada a través de su Facebook ha calificado este “edificio-puente” como un “apaño” que no hace justicia a la aportación que hace a sus beneficios el Aeropuerto Reina Sofía, el tercero más rentable de su red.
Cabrera sostiene que “Tenerife necesita y merece una nueva Terminal en el Aeropuerto Reina Sofía” que debe responder a las demandas de los pasajeros. Así, debe tratarse de una infraestructura luminosa, cómoda y que refleje la imagen del destino: “Que cuando un nuevo visitante se sorprenda al bajar del avión y pregunte “¿Adónde he llegado?, la respuesta sea Tenerife”.
José Fernando Cabrera | Foto: El Día
Asevera que mientras que en las capitales españolas (Madrid, Málaga, Bilbao, Alicante o Barcelona) se han construido “fantásticas terminales”, en Tenerife Sur Aena va a cometer un “enorme error” con un criterio “economicista”. Cree que Tenerife no puede tener la terminal “que necesita y merece” en base a la remodelación de una estructura que ha cumplido 40 años y que es “muy incómoda y se encuentra saturada” unida, mediante un “edificio-puente”, con otra “pequeña terminal en un sótano y que hasta el presenta ha estado prácticamente inoperativa”.
Pese a las promesas del gestor aeroportuario de que se trata de una solución provisional, Cabrera duda de que Aena contruya otra nueva al amparo del Dora (documento de regulación aeroportuaria) 2021/2025 y, por tanto, “Tenerife se tragará este apaño durante muchos años”. “En mi opinión es preferible paralizar esta inversión, y resistir unos años con la vieja Terminal, hasta que Aena se convenza de que Tenerife necesita y se merece una nueva Terminal, que sea imagen de una isla maravillosa de vacaciones”, concluye.
“Han fallado las formas estrepitosamente”
Por su parte, desde la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) reciben positivamente que Aena haya licitado el proyecto de nueva terminal para el aeropuerto Reina Sofía, aunque critican duramente que no lo hayan dado “a conocer previamente ni a las instituciones públicas, ni a los empresarios, ni a la sociedad civil”. "Bienvenida la inversión, es muy necesaria, pero han fallado las formas estrepitosamente; no es de recibo enterarnos por redes sociales de una obra tan vital para la Isla”, asevera el presidente de la patronal, Jorge Marichal.
Jorge Marichal, preisdente de Ashotel
“Le pedimos a Aena que baje del cielo y se reúna con los mortales”, ironiza Marichal que asegura que ya en decisiones anteriores la empresa público-privada erró: “Ya Aena se equivocó en un proyecto anterior en el Reina Sofía, el de la terminal satélite, que finalmente se comprobó que no sirvió para nada y, de hecho, está en desuso”.
Desde Ashotel defienden que se tiene que crear una “instalación moderna, acorde con las necesidades actuales de tráfico”.
