Ni siquiera el cambio de grupo político al frente del Ayuntamiento de Madrid —en junio de 2019—ha relajado la guerra que mantiene el consistorio con los propietarios de pisos turísticos.

Desde la asociación Madrid Aloja, que engloba a 4.000 viviendas de uso turístico (VUT) de toda la comunidad autónoma, han manifestado su descontento ante la decisión del Ayuntamiento de limitar los pisos turísticos a bajos y primeras plantas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), una propuesta elaborada por el gobierno anterior.

En un comunicado defienden que el Plan Especial de Hospedaje (PEH) aprobado el 27 de marzo de 2019 y en el que se han basado las modificaciones recientes del PGOU— está basado en cuatro “grandes falacias u omisiones” y que, por tanto, seguir su estela es un error. “No comprendemos que se pueda continuar con una normativa tan alejada ideológicamente del actual consistorio y del día a día de los madrileños”, afirma Adolfo Merás, presidente de Madrid Aloja.
 

 

Los cuatro errores del PEH según Madrid Aloja


“Madrid Aloja no entiende que la actual Corporación municipal no se haya pronunciado contra la falsedad de los datos esgrimidos por el anterior equipo de Gobierno, en vez de poner en valor la aportación de las VUT al dinamismo de la economía local”, subrayan. Para resaltar la falta de rigor del PEH apuntan a cuatro factores:

  • El anterior ayuntamiento contabilizó 60.000 camas de viviendas turísticas en el distrito centro. Basándose en ello, determinó que “había un turista por cada dos vecinos”. Madrid Aloja destaca que se registró como si la ocupación fuera siempre del 100% —apuntan que en 2016 la ocupación se situó en el 50%— y eso supuso “sobredimensionar la realidad” para “posicionar a la opinión pública contra los pisos turísticos”.
  • En este mismo sentido, atacan el argumento de que los pisos turísticos suponen la expulsión de los vecinos del centro de Madrid, calificándolo como “gran mentira”. Haciendo alusión al padrón municipal, inciden en que el número de residentes en el Centro ha crecido en casi 10.000 desde 2015 hasta 2020, lo que supone un incremento del 6,7% (en el resto de distritos aumentó un 5,78%). Recalcan que, entre 2004 y 2015, el Centro perdió 20.000 habitantes y, por entonces, no existían las VUT.
  • También califican como falacia la afirmación de que el alquiler vacacional es el principal culpable del aumento de los precios de arrendamiento y apuntan a que ha sido el aumento de población —un incremento de 195.000 residentes— el factor más influyente. Añaden que el alquiler vacacional representa el 0,6% del total de viviendas en Madrid y en torno al 4% de las que están en alquiler.
  • La ciudad no está saturada de turistas, defienden desde Madrid Aloja. Indican que en 2019 recibieron 10,5 millones de visitantes (3,75 por residente), una cifra alejada de otros destinos como Barcelona (7,3 por habitante), Ámsterdam (22,5) o Venecia (100).

     

    Turistas en la Plaza Mayor de Madrid

    Turistas en la Plaza Mayor de Madrid

     

“El alquiler vacacional, uno de los principales pilares de la recuperación”


En la asociación insisten en el potencial que tiene el alquiler vacacional para Madrid, que es la quinta ciudad europea con mayor número de reservas. Con sus 8,3 millones de noches, se sitúa solo por detrás de París, Barcelona, Roma y Lisboa. “Por el tipo de turismo que recibe Madrid, el alquiler vacacional es y debe ser uno de los principales pilares de la recuperación”, concluyen.