El pasado fin de semana, se disparó el tráfico aéreo hacia y desde las Islas Canarias, lo que supone buenas noticias para el archipiélago que inicia su temporada alta turística. No obstante, el arranque de su época de mayor ajetreo no inició con buen pie en Gran Canaria, donde se registraron aglomeraciones de viajeros descontentos. Touroperadores de algunos de los principales mercados de Europa advierten del daño que puede producir esta gestión y la difusión de imágenes de “tremendo caos”.
 

Vídeo de las colas en el Aeropuerto de Gran Canaria | Vídeo cedido a Tourinews


Para encontrar una explicación al colapso de la instalación grancanaria se dan diversos factores:

  • Por una parte, coincidió el aterrizaje de varios vuelos con un alto índice de ocupación, una circunstancia que no se daba con frecuencia desde el estallido de la pandemia.
  • Asimismo, los controles sanitarios establecidos para evitar la propagación del Covid-19 también dificultaron el proceso —“aparentemente solo 8 de los 14 controles de seguridad estaban abiertos”, explica un portavoz de Nordic Leisure Travel Group—.
  • También desde Aena se apuntó a que el control de pasaportes para los turistas británicos —obligatorio desde el 1 de enero de 2021— sufrió saturación.
  • Los viajeros también enfrentaron largas hileras para coger su taxi que les llevase a su alojamiento. Y es que, en palabras de Francisco Mendoza, presidente de la Asociación Proderechos del Taxista Autónomo de Canarias (Asprotac), los taxis de Telde e Ingenio —aquellos que tienen permiso para recoger libremente a los pasajeros que llegan al Aeropuerto de Gran Canaria—no tienen capacidad para hacer frente a la oleada de turistas.

 

“Hasta 2,5 horas de cola”


El sábado 6 de noviembre, el Aeropuerto de Gran Canaria (LPA) gestionó 424 operaciones de vuelos comerciales, lo que supone alcanzar los niveles previos a la pandemia. Los controladores aéreos realizaron una labor titánica para evitar que la nube de ceniza y el incremento de la actividad tuvieran impacto en la operativa. Así, los pasajeros pudieron llegar a sus aeropuertos de destinos de forma fluida.
 

 

El problema surgió en tierra: cuando los viajeros tuvieron que soportar interminables colas para pasar el control Covid en fronteras de Sanidad Exterior, cola para recoger el equipaje y, ya una vez fuera de la terminal, cola para disponer de un taxi o autocar que los llevase a su hotel. El resultado: pasajeros “cabreados”, “niños llorando” e imágenes de viajeros descontentos que corren como la pólvora por internet y que pueden echar atrás a muchos turistas potenciales.

“Pasan más tiempo en colas que lo que tarda su vuelo en llegar a Gran Canaria”, se lamentan fuentes de la touroperación consultadas por Tourinews, que reclaman una mejor organización. Por su parte, Claes Pellvik, responsable de comunicación de Nordic Leisure Travel Group (NLTG) asevera que lo ocurrido fue un “tremendo caos”. Confirma que el sábado había en el aeropuerto 2.400 de sus clientes y que tuvieron que “soportar hasta 2,5 horas de colas para superar el control sanitario y recoger su maleta”.