Lufthansa ha anunciado que venderá a un precio rebajado los alimentos que no se consuman a bordo de sus vuelos para que los pasajeros puedan llevárselos a casa si así lo desean.

La compañía ha lanzado la denominada iniciativa "Onboard Delights Last Minute" con la que pretende reducir el desperdicio de alimentos y que se suma a su estrategia de animar a los clientes a seleccionar el menú a bordo antes del viaje.

En un comunicado, la aerolínea germana detalla que los usuarios que viajen desde otros destinos europeos a Frankfurt o Múnich —los dos centros de operaciones de la aerolínea— podrán comprar por 3,50 euros los alimentos frescos que no se hayan vendido durante el trayecto. Además, con las compras podrán acumular millas.

La compañía subraya que, debido a que este tipo de refrigerios se preparan sin colorantes ni conservantes “tienen una vida útil muy corta y deben desecharse si no se venden en los vuelos designados”, es por ello que han optado por el modelo ‘take away’ para evitar el desperdicio de los mismos.