El conflicto entre el Gobierno federal de México y Uber sobre la actividad de los VTC en los aeropuertos ha sumado un nuevo capítulo tras el anuncio de la plataforma de que sus conductores podrán seguir operando en las terminales mientras se resuelve el juicio de amparo abierto. Si bien, la compañía estadounidense aseguró que las autoridades no podrán detener a los conductores que transporten pasajeros desde y hacia estas instalaciones, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha desmentido esta información. 

A través de un comunicado, la SICT respondió que la medida “carece de validez legal” y recordó que Uber y otras aplicaciones no cuentan con autorización para ofrecer transporte en zonas federales como los aeropuertos. Asimismo, la SICT informó a los usuarios que solo los taxis y servicios turísticos autorizados pueden operar en las instalaciones aeroportuarias.
 

 

El conflicto se remonta a 2022, cuando el Gobierno federal impuso multas de hasta 43.000 pesos a los conductores de aplicaciones que recogieran pasajeros dentro de los aeropuertos. Desde entonces, el sector del taxi acusa a Uber de competencia desleal, mientras que la empresa defiende la libertad de los usuarios para elegir el servicio que prefieran.

El Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) se ha convertido en el epicentro del enfrentamiento. Desde septiembre de 2024, mantiene una política de “cero tolerancia” hacia los vehículos de este tipo de plataformas, obligando a los pasajeros a solicitar sus viajes fuera del perímetro del aeródromo.

Uber confía en que el proceso judicial siente un precedente antes del Mundial de Fútbol de 2026, que se celebrará en México, y sostiene que la resolución debe favorecer un modelo de movilidad moderna y abierta ante la llegada de más de cinco millones de turistas durante el evento deportivo.