La apertura del tan esperado Parador de Ibiza se encuentra con otro obstáculo —y en este caso, un tanto insólito—. Después de haberse topado con hallazgos arqueológicos y otras demoras, ahora Paradores ha sacado a licitación una obra específica para aplicar pintura epoxi blanca en los 47 baños de las habitaciones, una intervención que busca armonizar estos espacios originalmente diseñados en pizarra negra con el nuevo interiorismo del edificio. Esta actuación, valorada en 242.000 euros, se suma al largo historial de retrasos del proyecto, que acumula más de dos décadas de espera y cuya apertura oficial está prevista para octubre de 2025.
La licitación fue publicada el 18 de julio y fija como fecha límite para recibir ofertas el 20 de agosto. La adjudicataria deberá ejecutar la obra en un máximo de 45 días naturales desde la firma del acta de replanteo, lo que sitúa la conclusión hacia mediados de noviembre, si no surgen contratiempos administrativos. Paradores ha exigido que los trabajos se realicen mientras el edificio siga cerrado al público y sin interferir en otras tareas paralelas, como la decoración o el equipamiento.
Este nuevo paso llega después de que en 2025 se registrara otro retraso importante por la necesidad de reparar un aljibe subterráneo, imprescindible para el suministro de agua en la zona alta de Dalt Vila. Las obras, adjudicadas a Aqualia por 274.000 euros, obligaron a posponer la apertura originalmente prevista para primavera y verano.
Los arquitectos responsables del proyecto alertaron en mayo sobre el deterioro del edificio por su inactividad prolongada y reclamaron a Paradores acelerar las tareas de puesta a punto. La entidad, por su parte, mantiene su previsión de apertura en octubre, aunque esta nueva intervención podría extenderse más allá de esa fecha si se producen demoras.
El Parador de Ibiza, ubicado en una fortaleza histórica y con 66 habitaciones, es considerado una pieza clave para impulsar el turismo cultural en la isla.