Al menos 69 personas han muerto tras el terremoto de magnitud 6,9 que ha golpeado a Filipinas en la noche del 30 de septiembre. El temblor ha tenido especial incidencia en el norte de la isla de Cebú, un popular destino turístico especialmente apreciado por sus playas.

El epicentro del seísmo, que se produjo a las 21:59 hora local, se localizó en el mar, frente a la costa de Calape. Las localidades de Bogo y San Remigio son las más afectadas, con numerosas víctimas mortales y derrumbes de edificio.

El número de heridos se cifra actualmente en 186, con los hospitales de la isla desbordados. Tanto el número de víctimas mortales como el de heridos puede seguir creciendo conforme continúan las labores de rescate.

El presidente del país, Ferdinand Marcos Jr. ha expresado sus condolencias y ha movilizado a los equipos de emergencias para ofrecer una respuesta rápida y dar asistencia a la población con suministros. 

 

Vuelta a la normalidad en los aeropuertos


El temblor y sus réplicas provocaron interrupciones en el tráfico aéreo en los dos principales aeropuertos de la isla de Cebú —el de Mactan-Cebu y el de Dumaguete-Sibulan— pero con el paso de las horas retomaron la normalidad sin tener que lamentar ningún tipo de daños.

Desde ambas instalaciones se están coordinando la recogida de suministros básicos para hacerlos llegar a las zonas más afectadas.