En julio de 2022 se retiró Carlos Villota Hernández, un profesional con una larga y reconocida trayectoria, que ha dedicado los últimos 20 años al Grupo Martinón, en su etapa final como director de Operaciones en el Caribe.

En una entrevista con Tourinews hace balance de una carrera en la que también ocupó cargos directivos en Hoteles Costa Blanca y Meliá Hotels International y hace un llamamiento a la gente joven a que inicie su andadura en el sector: "Tendrían la suerte de trabajar en la mejor industria que existe".

Pregunta (P): Es difícil elegir, es una trayectoria larguísima, pero ¿con qué momento, momentos o personas te quedas? 

Respuesta (R): Me quedo con mi última etapa profesional, los 20 últimos años que he pasado con el Grupo Martinón han sido increíbles. Creo que he tenido la suerte de poder compartir con este grupo los retos y los éxitos empresariales.

P: ¿Cambiaría alguna decisión que ha tomado a lo largo de su carrera?

R: Ninguna. Yo no estaba destinado a ser director de hotel porque mi padre era director de hotel, sino porque me gustaba viajar. Y encontré en la dirección hotelera una forma de viajar y, de hecho, mi vida profesional y la de mi familia se han forjado alrededor de viajar a diferentes destinos y disfrutar. Cada vez que íbamos a un destino visitábamos toda esa parte del mundo y aprovechábamos. Sí que tenía vocación, pero mi vocación verdadera, es la de viajero. 

P: ¿Va a separarse del todo el turismo?

R: Desde el punto profesional, sí, pero intelectualmente no. Siempre voy a mantener el vínculo y sigo manteniendo el vínculo.

P: ¿Qué le diría a alguien joven para animarle a iniciar una carrera como la suya?

R: Tendrían la suerte de trabajar en la mejor industria que existe. Una industria donde somos capaces de hacer felices a las personas. Hay muchos tipos de industrias en las que tienes la posibilidad de trabajar, pero hay muy pocas en las que tu trabajo se vea reflejado en que la gente sea feliz y yo creo que esta es la parte más importante. Y también trabajamos con personas; y, al final, mi carrera no es más que el impulso de los que me precedieron y de los que aprendí muchísimo y de todas las personas que han trabajado conmigo y eso es lo más reconfortante: haber hecho feliz a las personas, pero al mismo tiempo haber podido trabajar con tal cantidad de talento a lo largo de todos estos años.