La tensión creciente entre Ucrania y Rusia ha estallado. Durante esta madrugada comenzó la ofensiva rusa con bombardeos y el avance de las tropas, que ya han atacado hasta en nueve regiones ucranianas, incluyendo Kiev, Járkov, Dombás y Odesa.

Ante la situación, esta misma mañana se ha decretado el cierre de su espacio aéreo para la aviación civil, así como la clausura de Aeropuerto Internacional de Borýspil-Kiev, el más importante del país y en torno al que se han producido disparos y explosiones. "Debido al alto riesgo de seguridad de la aviación para la aeronáutica civil se decreta (...) el cierre del espacio aéreo de Ucrania para vuelos civiles", informó en un comunicado la Empresa Estatal de Servicios de Tránsito Aéreo de Ucrania.

Y es que los ataques rusos se están centrando en infraestructuras militares y aeropuertos. De hecho, se han reportado ataques balísticos contra numerosos aeropuertos ucranianos, tal y como han confirmado desde las Fuerzas Armadas de Ucrania.
 

De hecho, previendo que se podría dar esta situación, algunas de las principales aerolíneas comerciales del país, como es el caso de Ukraine International Airlines, decidieron trasladar previamente a parte de su flota a otros países, puesto que las compañías aseguradoras no cubren a las aeronaves ante los posibles daños causados por un conflicto armado. Uno de los refugios internacionales de estas aeronaves es el Aeropuerto de Castellón.

Se podría extender a más países

El cierre del espacio aéreo podría extenderse. Y es que las autoridades ucranianas han hecho un llamamiento a Turquía —con quien comparte frontera— para que cierre el espacio aéreo y, además, impida el paso de buques de guerra a través de los estrechos del Bósforo y los Dardanelos. "Hacemos un llamamiento para que se cierre el espacio aéreo, el Bósforo y los Dardanelos. Hemos trasladado nuestra pertinente demanda a Turquía. Al mismo tiempo, queremos que se impongan sanciones a Rusia", ha afirmado el embajador ucraniano en Ankara, Vasyl Bodnar.