Un estudio llevado a cabo por la consultora Hidria el pasado enero, indicaba que el número de visitantes al icónico caserío de Masca, situado en el noroeste de Tenerife, alcanza los 3.000 al día y el millón al año. De estos, el 10% realiza la tradicional bajada del barranco (unos 100.000). 

Sin embargo, a pesar de la popularidad de la zona entre los viajeros y los beneficios que estos generan, el Cabildo de la isla planea poner un límite de 255 visitantes al día y cobrarles 6 euros por acceder a la atracción turística con el fin de evitar la degradación del paisaje. 

En Teno, resultados positivos

La normativa barajada es consecuencia del resultado positivo de la regulación del acceso a otro reclamo turístico de características similares, la Punta de Teno donde, en la actualidad,  los sábados, domingos y festivos de 10:00 a 17:00 horas solo se puede acceder mediante un autobús de Titsa que cuesta 1 euro el trayecto. Según la corporación, esto ha mejorado la calidad de las visitas y ha dinamizado económicamente el casco de Buenavista. 

De llevarse a cabo la política de acceso a Masca, el número máximo de visitantes al año se situaría en los 93.000, una reducción extrema si lo comparamos con el millón que aseguran que se alcanza en la actualidad, pero se daría un paso a favor de la preservación del entorno natural, el principal atractivo de la zona.

Punta de Teno

Punta de Teno, en Tenerife

No llueve a gusto de todos

La medida afectaría ineludiblemente a las múltiples empresas que desarrollan actividades turísticas en el enclave. Los trayectos por la costa de Masca hasta los Gigantes son uno de los 'must' de los amantes de la naturaleza que visitan la región cada año y como tal, una potente fuente de ingresos a los que muchos tendrán que renunciar o readaptar su oferta. Las excursiones a pie por el barranco y las rutas en piragüa, paddle o barco con puerto de salida en la playa de Masca estarán supeditadas a unas escasas vacantes teniendo en cuenta el número de visitantes que recibe Tenerife cada día. Eso sí, todo por una muy buena razón: no perder una de las joyas del paisaje canario.