Las aguas bajan revueltas en Lanzarote por el desencuentro entre el Cabildo y la patronal turística. La FTL ha desmentido que se haya producido un acuerdo con la corporación insular para subir las tarifas de entrada a los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) de la isla, entre los que se encuentran el Parque Nacional de Timanfaya o los Jameos del Agua.

El cabildo de Lanzarote anunció el pasado lunes el “acuerdo” para la actualización de las citadas tarifas de acceso para turistas y visitantes a los CACT, que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2024. Oswaldo Betancort, presidente lanzaroteño, valoraba este lunes el “haber trabajado juntos para desbloquear esta situación y alcanzar un acuerdo de isla que es resultado del consenso, de la altura de miras, del diálogo y de pensar por encima de todo en el beneficio de Lanzarote y La Graciosa”.
 

 No hemos podido llegar a un acuerdo para que este aumento se hiciera de manera escalonada y respetando el calendario turístico”


Sin embargo, la presidenta de la Asociación de Agencias de Viajes y Touroperadores de Lanzarote —que forma parte de la FTL—, Marta Callejo, ha expresado que no se ha llegado al acuerdo esperado. “Aun estando de acuerdo en que hay que darle valor real a los centros turísticos, no hemos podido llegar a un acuerdo para que este aumento se hiciera de manera escalonada y respetando el calendario turístico. Somos actores clave para la llegada de viajeros a la isla y no se nos ha tenido suficientemente en cuenta”, ha cuestionado Callejo.

Tanto la Asociación como la Federación Turística de Lanzarote planteaban tres puntos principales. En primer lugar, proponían una subida progresiva del precio de las entradas, repartiéndola en incrementos escalonados o progresivos. La segunda petición apuntaba a que la subida empezara a aplicarse a partir del 1 de mayo, cuando empieza la siguiente temporada turística, y no el 1 de enero, en medio de la temporada de invierno. Por último, también demandaban que se volviera a autorizar la venta de entradas individuales, así como mantener la venta de los bonos para el cliente directo, así como a las agencias de viajes y turoperadores.
 

 No hay ningún producto o servicio que en un año haya subido un 60%”


La presidenta de la Asociación ya había expresado públicamente el malestar del sector ante esta “drástica” subida que se pretende llevar a cabo, que en algunos casos llegará hasta el 60%. “No hay ningún producto o servicio que en un año haya subido un 60%”, ha lamentado Callejo, que cree que este es un incremento “desorbitado que va a perjudicar a la venta de las rutas turísticas ofrecidas por las agencias de viajes y touroperadores.

“Si disparan los precios de las entradas a los centros turísticos y además quitan los bonos, se verá mermada la capacidad de gasto en destino y los turistas consumirán menos en otras actividades, como el ocio, restauración o en el comercio”, ha subrayado, apuntando también al daño para otros sectores, como el transporte o los guías turísticos.