Se ha cumplido un año desde que se comenzó a cobrarse el Impuesto del Turismo Sostenible, más conocido como ecotasa,  en las Islas Baleares. Se trata de una tasa que se aplica sobre las pernoctaciones en alojamientos turísticos, cuya recaudación el gobierno regional anunció que se reinvertiría en compensar el impacto territorial del turismo en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera.

La ecotasa en Baleares

Durante los seis meses en los que tuvo vigencia en 2016 consiguió recaudar, a través de 2.647 establecimientos, 40,2 millones de euros. 29,2 de estos millones (el 72,5%) se registraron en Mallorca, en Menorca se obtuvieron 3,9 M€ (9,85%), en Ibiza se han recaudado 6,3M€ (15,7%), en Formentera 0.57 M€ (1,42%) y 0,18 M€ (0,46%) se han obtenido a través de los pasajeros de los cruceros.

La recaudación obtenida a través del ITS se destina de manera exclusiva a dotar el Fondo de Impulso al Turismo Sostenible. En primer término se destinarán 30 millones de euros para financiar proyectos de acuerdo con el Plan Anual 2016, mientras que el resto de la recaudación se reserva para los planes de 2017. 

¿Cómo se reparten los fondos?

Es la Comisión de Impulso del Turismo la responsable de determinar a qué fines se destina la recaudación, teniendo en cuenta siempre las directrices marcadas por la legislación. En total, el Gobierno de Baleares recibió 236 propuestas por un valor de 218 millones de euros, de los que 6 fueron descartados desde un comienzo por la falta de fondos.

En esa primera remesa de propuestas destacaba la baja participación del sector turístico que apenas suponía el 10% de las propuestas. La distribución y la suma del valor de proyectos presentados fue la siguiente:

  • Saneamiento: 116 con un valor de 95 millones de euros.
  • Modernización rural: 44 proyectos valorados en 62 millones.
  • Patrimonio: 37 que suman 38 millones de euros.
  • Turismo: 22 proyectos con un valor de 10,3 millones.
  • Innovación: 11 propuestas que alcanzan los 8,3 millones.

El 25 de enero de 2017 se anunció el número total de proyectos definitivos financiados en 2016, sumando un total de 46. De ellos, 33 corresponden al objetivo prioritario de la ley: “La protección, preservación, modernización y recuperación del medio natural, rural, agrario y marino”. Los medioambientales suman un total de 23,8 millones de euros, un 79,4% de los 30 millones del Fondo correspondiente a 2016. 

El 20,6% restante (6,2 millones de euros) se reparte entre 13 proyectos que están orientados al resto de las prioridades contempladas por la normativa, es decir, el ‘Fomento de la desestacionalización, creación y activación de productos turísticos practicables en temporada baja, y promoción del turismo sostenible y de temporada baja’, la ‘Recuperación y rehabilitación del patrimonio histórico y cultural’, el ‘Impulso de proyectos I+D+I’ y  la ‘Mejora de la formación y la calidad de la ocupación. Fomento de la ocupación en temporada baja’.

Suscripción

Pese a que algunos territorios han reclamado que no van a percibir beneficios de esta tasa, desde el Gobierno Balear defienden que “la totalidad de los proyectos garantizan que la gran mayoría de los ciudadanos se puedan beneficiar de las primeras inversiones aprobadas”. Mallorca recibirá un total de 13.884.677€, Menorca 3.124.280€, Ibiza 4.578.291€ y Formentera 603.790€, mientras que 7.808.961€ serán destinados a planes conjuntos que implican a varias islas.

Cuadro resumen de fondos destinados según segmento e isla

Cuadro resumen de fondos destinados según segmento e isla

El proyecto que ha conseguido captar mayor financiación es el de de ejecución de un depósito en Son Sitges (sa Marineta), en Mallorca, con un total de 3.267.000€. Una zona conocida por estar próxima al Puerto de Manacor y a las emblemáticas ‘Coves del Drac’. Por su parte, el más modesto es la Creación del Institut de Recerca de les Illes Balears (IRIB) con una dotación de 60.000€.

Por su parte, las dos inversiones con mayor carácter turístico, pese a que todas tienen incidencia en mayor o menor medida, son la Creación y dotación Clubs de Producto (300.000€) y la Creación del centro de formación profesional para la ocupación náutica (1.500.000€). No obstante, se puede consultar el listado detallado de los proyectos en el siguiente documento.

El otro balance

A nivel recaudatorio, se puede considerar un éxito la imposición de esta tasa que busca la sostenibilidad. Sin embargo, hay dos factores negativos que pueden también extraerse: la poca repercusión que va a tener la misma en la renovación de la planta hotelera y las estructuras estrictamente turísticas (véase playas, paseos marítimos o zonas de entretenimiento), así como la poca implicación que han mostrado los profesionales del sector vacacional en el desarrollo de los diferentes proyectos (recordemos que sólo representó un 10% del total de propuestas presentadas).

A su vez, también se ha producido una ruptura entre autoridades y empresas privadas. Por una parte, Pilar Carbonell, directora general de Turismo de Baleares asegura solo han existido “4 quejas” desde que el impuesto se ha implantado, “que han provenido de dos extranjeros y dos nacionales”; mientras que los hoteleros siguen protestando por ello, llevándolo incluso a debate en el Parlamento Europeo.

Si en un futuro empieza a destinarse parte de lo recaudado a fomentar propuestas que beneficien de forma directa a los hoteleros, ¿se producirá una aceptación de la tasa por parte de los mismos?