En plena crisis por la llegada masiva de sargazo a las costas del Caribe, un equipo de investigadores ha presentado los resultados preliminares de un proyecto con el que se pretende convertir esta alga en fertilizante líquido para su uso en la agricultura.

El grupo de trabajo estaba compuesto por investigadores del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y de la Asociación de Agricultores de Banano Ecológico de la Línea Noroeste (BANELINO), y ha contado con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
 

Este nuevo uso para el sargazo podría suponer un nuevo incentivo para que se aumenten los recursos para su retirada


En cuanto a estos resultados preliminares, todo apunta a que la investigación ha sido bastante exitosa. “La aplicación de algas a los suelos como agentes acondicionadores puede mejorar el crecimiento, la salud, y el rendimiento de las plantas, ya que consiguen renovar la textura del suelo y la capacidad de retención de humedad. Los extractos de algas pardas pueden reforzar la tolerancia de las plantas a factores de estrés abiótico como la salinidad, la deficiencia de nutrientes, las temperaturas extremas y la sequía”, han explicado los investigadores durante la presentación.
 


Además de mejorar el estado del suelo, el sargazo arroja otras sustancias que son beneficiosas para la protección de las plantas frente a diferentes enfermedades. “Por último, el uso de extractos de algas puede ayudar aún más a mejorar la calidad nutricional de los cultivos alimentarios”, han precisado los científicos.

Afluencia masiva de sargazo en el Caribe
 

La llegada masiva de sargazo a las costas del Caribe es un fenómeno que se ha acentuado de manera importante desde 2011. De hecho, este año se ha detectado una masa de algas de cerca de 9.000 kilómetros y unos 10 millones de toneladas. Además, la temporada de sargazo se ha alargado de manera natural. Con una duración de seis a ocho meses, antes comenzaba en marzo, mientras que ahora la llegada del alga da comienzo en enero.

“El impacto de los sargazos ha creado una crisis económica, ecológica y social. A pesar del impacto de los sargazos, los países de la región estamos en proceso de desarrollo de estrategias coordinadas y, para enfrentar una emergencia de esta categoría”, ha explicado durante la presentación Roberto Vargas, asistente del programa y representante de la FAO.

Esto afecta de forma negativa a los territorios de la región, ya que esta alga parda invade las playas, lo que afea el paisaje y desprende un olor fétido que puede ser perjudicial incluso para la salud humana. Aun así, desde investigadores a empresarios turísticos, así como los propios visitantes, han denunciado tradicionalmente el “poco esfuerzo” por parte de las autoridades en la retirada de esta alga. Por ello, este nuevo uso para el sargazo podría suponer un nuevo incentivo para que se aumenten los recursos para la limpieza de las playas.