Michael O’Leary, director ejecutivo de Ryanair, ha anunciado que no cederá a las “exigencias ridículas” de los pilotos, aunque esto suponga huelgas e interrupciones de los servicios en Semana Santa. “Estamos totalmente preparados para enfrentarnos a cualquier interrupción si eso significa defender nuestra base de costes o nuestro modelo de alta productividad”.

Aunque la aerolínea ha mantenido conversaciones con los comandantes desde diciembre e, incluso, ha acordado reconocer al sindicato BALPA en Reino Unido, las negociaciones con varios sindicatos no han concluido. “En algunas jurisdicciones nos han planteado (...) exigencias ridículas y obsoletas”, señala haciendo referencia a los salarios y contratos. A esto añade: “Francamente, nunca aceptaremos eso (...) si tenemos que aguantar huelgas o interrupciones en esas jurisdicciones, entonces las aguantaremos”. 

Por su parte, los pilotos han declarado que solo exigen las mismas condiciones que rivales de bajo coste como easyJet o Norwegian y que rechazarían una oferta unilateral de aumento salarial si no hay garantías de que esto no afecte a futuras negociaciones salariales y laborales. 

Cabe destacar que la compañía aumentará su facturación en combustible en 300 millones de euros el próximo año, y que un aumento salarial del 20% para los pilotos aumentaría su factura salarial anual en 100 millones de euros.