El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil está investigando al Zoo Aquarium de Madrid, después de que Proyecto Gran Simio denunciara las condiciones de vida de los delfines, a través de un dossier elaborado por la organización ecologista internacional Sea Shepherd Conservation Society.

Según ha informado Ideal, un equipo de Sea Shepherd se infiltró en el Zoo Aquarium en 2018, para conocer la situación en la que se encontraban estos animales. En diciembre de ese mismo año, preparó un dossier con siete fotografías y un vídeo, donde se podía observar que los delfines presentaban lesiones en la piel.

Este material, que fue difundido por los ecologistas en su página web, pasó a formar parte de una denuncia pública mayor sobre las condiciones de los delfinarios del mundo, denominada Operación 404. En España, esta denuncia pública pasó casi de puntillas hasta ahora, cuando Proyecto Gran Simio ha tenido conocimiento de ella.

Desde esta asociación trasladaron las imágenes del delfinario de Madrid al veterinario especialista en cetáceos Agustín González, quien determinó que uno de los animales sufría úlceras dermatológicas con forma de cráter, otro presentaba pérdida de piel en el extremo superior de las mandíbulas y graves problemas oculares. González reparó en que los delfines se encuentran en condiciones de “gran sufrimiento”, pero pese a ello se “les obliga a seguir trabajando en cada espectáculo”.

Proyecto Gran Simio decidió enviar el dossier de la organización ecologista, junto con el diagnóstico del veterinario, al Seprona de la Guardia Civil instándole a investigar un posible “delito de maltrato animal”

Por su parte, el Zoo Aquarium de Madrid se ha defendido asegurando que las acusaciones son “totalmente falsas” con “evidente desprecio a la verdad y con fines espurios”. A su vez, reconoció que uno de los delfines padece un “problema crónico” en la piel que puede ser “más o menos llamativo”. Por último, recordó que sus cetáceos reciben “atención veterinaria permanente y tratamiento específico” cuando lo requieren y aseguró que emprendería acciones legales contra los denunciantes.

Sea Shepherd, en su informe, detalla que el delfinario madrileño “posee actualmente nueve delfines, seis fueron capturados en las aguas de Cuba y tres nacieron en cautiverio”. “Los informes muestran que once delfines murieron desde la década de 1980 y la muerte más reciente ocurrió en marzo de 2018”, agrega.