Entre los meses de marzo y octubre de 2016 se confiscaron en el aeropuerto de Menorca 1.193 kilos de material geológico: desde arena de calas y rocas marinas hasta piedras de gran tamaño con nombres y fechas. Aunque la mayoría no tiene valor patrimonial, el doctor en Geología y Geografía Xisco Roig ha señalado que “la anécdota continuada durante décadas puede producir una importante erosión en el terreno”.

Cáritas Diocesana de Menorca firmó en 2012 un convenio con AENA para quedarse con los objetos que no cumplan con la normativa de seguridad aérea, que son trasladados hasta Mestral, un proyecto que favorece la ocupación y el reciclaje. Sin embargo, estos no se esperaban recibir tal cantidad de sedimentos. Clàudia Pons, miembro del Programa del Programa de Acciones para la Ocupación de Mestral ha explicado que “los turistas intentan viajar incluso con botellas de litro y medio llenas de arena.

También tenemos rocas grandes apiladas”. Además,  apunta que “solo recibimos lo que no pasa el filtro de los arcos de seguridad del aeropuerto, es decir, lo que los pasajeros esconden en los equipajes de mano. Habría que sumar lo que se llevan los turistas que viajan a la isla en barco y las maletas facturadas”. La mayoría de los sedimentos requisados pertenecen a arenas blancas de zonas turísticas como Macarella (Ciutadella), Cala Mitjana (Ferreries), piedra pizarra negra del faro de Favàritx (Maó). Ahora el Consell Insular de la isla colabora con mestral para devolver los materiales a su lugar de origen o depositarlos en otros que necesiten sedimentos