Un pasajero estadounidense de la aerolínea Qantas se enfrenta a 10 años de cárcel después de intentar abrir la puerta de emergencia del vuelo QF12 de la compañía, que conectaba Los Ángeles (EE.UU) y Sidney (Australia). El incidente sucedió cuando la aeronave se encontraba a 12.000 metros de altura. 

El piloto Patrick Smith, autor de Cockpit Confidential, un libro sobre viajes aéreos ha explicado que es imposible abrir las puertas de una aeronave a gran altitud porque “la presión de la cabina no lo permite”. 

Sin embargo, esto no eximirá al pasajero de responsabilidades. Al aterrizar fue detenido por la Policía Federal australiana y ha sido acusado de poner en peligro la seguridad del avión. El pasado 18 de enero compareció ante el Tribunal Central Local y se tendrá que presentar de nuevo el 15 de marzo.