Un turista italiano de 52 años falleció el pasado jueves después de recibir un tiro en la cabeza y otro en el brazo al entrar por equivocación en el Morro dos Prazeres, una favela ubicada en el barrio turístico de Santa Teresa, en el centro de Río de Janeiro.La víctima, que se desplazaba en motocicleta junto a otro compañero, se dirigía a la playa siguiendo las indicaciones de una aplicación GPS. Al entrar en la zona, un grupo de unos diez narcotraficantes que portaban fusiles les cortaron el paso y les preguntaron por la cámara tipo Go-Pro que llevaba el visitante en el casco. Según la investigación, los delincuentes pensaron que los dos viajeros eran policías. Rino Polato, de 59 años,  que sobrevivió y salió ileso, ha relatado que después del tiroteo los narcotraficantes metieron el cuerpo de Roberto Bardella, el fallecido, en un maletero y le obligaron a acompañarlos durante dos horas. Después fue abandonado en una calle junto al cadáver, no sin antes robarle todos los objetos personales. Los dos turistas habían partido el 29 de noviembre desde el aeropuerto de Venecia (Italia) para viajar por algunos países de Latinoamérica. Los intentos de pacificación por parte de la policía en 30 favelas cariocas desde 2008 no han tenido éxito. En los últimos años, multitud de personas han muerto en las peligrosas zonas de la ciudad brasileña a manos de narcotraficantes. En agosto, un coche patrulla que colaboraba en la seguridad de los Juegos Olímpicos fue objetivo de un tiroteo en el que un agente falleció. Ya los medios de comunicación se habían hecho eco a principios de julio de la peligrosidad que seguía reinando en las favelas. En lo que iba de año, se había alcanzado la cifra de 14 asesinados.