Dos controladores aéreos han sido despedidos del aeropuerto de Fuerteventura, en las Islas Canarias, debido a que el pasado 21 de noviembre impidieron volar a un avión por retrasarse más allá de las 23:00 horas, cuando cierra el establecimiento aeroportuario.

La Asociación Profesional de Controladores de Tránsito Aéreo (Aprocta) ha rechazado este despido y argumenta que los profesionales cumplieron con los procedimientos aeronáuticos para “garantizar la seguridad” a pesar de las “presiones” recibidas.

El incidente sucedió cuando el piloto de un avión que tenía autorización para despegar solicitó su vuelta a la terminal por la indisposición de una pasajera. Esto hizo que la aeronave se demorara demasiado y se hiciera imposible la salida, por lo que tuvo que esperar para despegar hasta el dia siguiente.

Los controladores pertecenen a SAERCO, proveedor privado de servicios de navegación aérea y uno de ellos también pertenece a la Unión Sindical de Controladores Aéreos (Usca), que se ha mostrado disconforme con los despidos.