El pasado mes de enero, el sector británico de las agencias de viajes quedó conmocionado con el asesinato de Cassie Hayes, una empleada de TUI que fue atacada en su propio centro de trabajo, en Southampton.

Ahora, según recoge 'Travel Mole'', Andrew Burke ha ingresado en prisión después de ser declarado culpable por el Tribunal de Liverpool. El fiscal aseveró que se trató de un ataque premeditado porque el acusado portaba un arma y lo había planeado. Por tanto, se le ha condenado a cadena perpetua, con un mínimo de 26 años.

Burke atacó a Hayes delante de sus compañeras de trabajo y de los clientes que estaban presentes en la tienda de TUI. Al parecer, el atacante había mantenido una relación sentimental con la pareja de la víctima, Laura Williams.