Un avión de Delta Air Lines que volaba a China se vio obligado a volver al aeropuerto de origen, el internacional de Los Ángeles, y a arrojar combustible debido a una situación de emergencia, con tan mala suerte que el material cayó sobre estudiantes de al menos tres escuelas de Estados Unidos. 

Según ha informado elPeriódico, los hechos ocurrieron el martes 15 de enero. Las televisiones registraron lo sucedido en vídeo, donde se puede ver al avión volando bajo y arrojando chorros de combustible que cayeron en tres escuelas de la localidad de Cudahy (Los Ángeles). 

De acuerdo con el Departamento de Bomberos angelino, un total de 40 personas se vieron afectadas por este acontecimiento, aunque ninguno tuvo que ser derivado a hospitales locales. Algunas de las molestias presentadas por los damnificados fueron irritación en la piel o problemas respiratorios. 

Aunque las autoridades estadounidenses no decretaron órdenes de evacuación, se instó a los ciudadanos a cerrar las ventanas y a no salir de sus casas mientras se evaluaba la emergencia. Posteriormente, equipos de Delta Air Lines se trasladaron hasta los lugares afectados para limpiarlos.

La compañía aérea emitió un comunicado explicando que "poco después del despegue, el vuelo 89 de LAX a Shanghái experimentó un problema en el motor que requirió que la aeronave regresara". 

La actuación del piloto

Tal y como reseña el diario TravelMole, el piloto del avión no indicó al control de tráfico aéreo (ATC por sus siglas en inglés) que necesitaba descargar combustible. Y es que en una grabación de audio del ATC se escucha cómo se le pregunta al piloto "si no necesitaba esperar para descargar combustible", a lo que respondió "negativo".

El protocolo establece que el piloto debe comunicar esta necesidad, para que el controlador le ofrezca instrucciones sobre el área y la altitud apropiada para hacerlo.