Un joven de 21 años ha muerto tras ser golpeado por un ataúd mientras disfrutaba de la atracción ‘Buried Alive’ ('Enterrado Vivo') en un parque de atracciones de Hong Kong. Los funcionarios del recinto han explicado que la víctima había entrado en un área restringida donde la seguridad de los usuarios no está garantizada. 

La atracción es parte del programa de Halloween del parque y consiste en un ataúd-tobogán, que promete a los visitantes “la experiencia de ser enterrados vivos solos, antes de luchar por la huida de su oscura y misteriosa tumba”. Cheung, el fallecido, había conseguido un pase exclusivo antes de su apertura oficial el 5 de octubre.