Según ha publicado el diario TTG, en una encuesta llevada a cabo por la Asociación Británica de Agencias de Viaje (ABTA), se ha sabido que uno de cada cinco británicos adultos ha sido alentado por las compañías de gestión de reclamaciones por enfermedad a cometer fraude durante las vacaciones.

A pesar de las denuncias de touroperadores como Thomas Cook y de los hoteleros españoles, la investigación de ABTA ha revelado, además, que siete de cada diez ingleses no saben que gestionar una reclamación por falsa enfermedad puede implicar una pena de cárcel. La asociación asegura que las compañías engañan a las personas haciéndoles creer que recibirán una sustancial suma de dinero si ponen una reclamación.

Mark Tanzer, presidente ejecutivo de ABTA, ha declarado que “las reclamaciones falsas no sólo hacen que los viajeros del Reino Unido sean vulnerables a penas graves; también están costando a las compañías de viajes y propietarios de hoteles decenas de millones de libras, y empañan la reputación de los británicos en el extranjero”.

A pesar de esto, las empresas han aumentado su actividad en el Reino Unido, con un aumento del 500% de las reclamaciones por enfermedad desde 2013.

La campaña 'Stop Sickness Scams' de Abta ha solicitado la modificación de la ley que permite a las compañías de gestión ganar más dinero por concepto de reclamaciones por enfermedad en el extranjero, que por lesiones personales sufridas en el Reino Unido.