Actualmente en España hay 157.107 residentes británicos menos. Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), arrojan que, en cinco años el número ha pasado de 397.892 a 240.785. Estas cifras que reflejan una evolución negativa se debe, a juicio de los expertos, al cambio en la forma de actualizar el padrón que ha sacado a luz que decenas de miles de británicos ya no vivían en España, ya sea porque habían regresado hace tiempo a su país o porque habían fallecido.

Sin embargo, según ha publicado ‘El País’, un residente ha afirmado que los ciudadanos del Reino Unido se están marchando “porque la vida aquí se ha vuelto supercara”. La estadística de migraciones, una información paralela que ofrece el INE, muestra que 102.367 residentes británicos abandonaron España entre el primer semestre de 2012 y el primer semestre de 2017. Aunque cada año se instalan nuevos ciudadanos del Reino Unido (88.799 en el mismo periodo), el número de quienes se marchan es mayor.

La reducción de la cifra oficial de británicos ha resultado especialmente intensa en la Comunidad Valenciana, su primer destino residencial masivo en España. En cinco años, se han reducido casi a la mitad: de 145.652 a 75.045. Andalucía también ha visto marcharse a los británicos, pero menos, y es ahora la comunidad donde más residen (74.252).

La huída de los británicos de España podría agravarse, dependiendo de cómo concluyan las negociaciones del Brexit. Patricia Mary Sawers, de 69 años, jubilada que vive en Alicante no sabe si regresará: “Dependerá de cómo quede nuestra cobertura sanitaria. La atención ahora es estupenda, pero no sabemos si tras la salida de Reino Unido de la UE seguiremos teniendo sanidad pública aquí".

Lo cierto es que la salida de muchos de los que han dejado el territorio español está vinculada a la pérdida de poder adquisitivo, como consecuencia de la reducción de ingresos de los pensionistas por la devaluación de la libra.