Japón está despuntando como destino de turismo universal o accesible, debido, principalmente, a la esperanza de vida en el país (81,09 años para los hombres y 87,26 para las mujeres, en 2017) y a los niveles de población envejecida.

Este contexto ha favorecido iniciativas como la de la compañía japonesa SPI Inc., que organiza viajes accesibles, a cargo de los llamados ayudantes de viaje, personas que tienen conocimientos de enfermería y turismo.

Según ha informado thejapantimes, la compañía, con sede en Tokio, puso en marcha este servicio en 1995. Desde entonces, el número de tours ofertados no ha parado de crecer, llegando a un total de 450 en 2018.

A su vez, se espera que en 2030, 37,16 millones de personas en Japón tengan 65 años o más. Una cifra que ascenderá a 39,35 millones en 2042, según datos del Instituto Nacional de Población e Investigación Social. En este escenario de envejecimiento demográfico, se estima el aumento de la demanda de turismo universal.  

Tal es así, que el Gobierno nipón anunció, en 2017, el Plan de Acción Diseño Universal 2020 para promover la creación de estaciones de tren y otras instalaciones ‘sin barreras’. El año pasado, la Agencia de Turismo de Japón elaboró un manual para una ‘mentalidad sin barreras’ destinada a los trabajadores de hoteles y otras instalaciones turísticas, para eliminar la discriminación contra las personas con discapacidad.