La inflación está afectando a la decisión de los franceses a la hora de viajar. Tanto es así, que ya no eligen el destino, sino que se dejan guiar por el precio, según explican desde Lidl Voyages.

“Antes de la inflación, los clientes preguntaban por un destino específico.  Ahora, ya no es el caso. Cuando llaman, tienen un presupuesto bien definido y nos preguntan claramente adónde pueden llegar con dicho presupuesto”, explica Mélanie Lemarchand, directora de Lidl Voyages, a Le Quotidien du Turisme.

Teniendo en cuenta el factor económico, los viajeros galos se muestran más dispuestos a desplazarse a destinos más lejanos u optar por fechas de viajes menos demandadas. “Son menos exigentes, si apuntan a un destino concreto suelen optar por la opción más barata, independientemente de las escalas o de si no es la temporada ideal", remarca Lemarchand.

Y es que los precios para viajar durante las vacaciones de abril y el puente de mayo se han disparado un 25% con respecto a años anteriores. Esta cifra se eleva al 50% en el caso de optar por destinos dentro de su propio país. Esta, además de la preferencia por el clima soleado, es una de las causas por la que Túnez, España y Grecia triunfan como los destinos más populares entre los franceses, según detallan desde Lidl Voyages.